La imputada Laura Borràs presidirá la Mesa del Parlament tras imponerse a la CUP
JxCat alcanza un acuerdo agónico con ERC y la CUP para la Cámara catalana
Si no hay cambio de última hora, Laura Borràs será finalmente la presidenta del Parlament. Tras unas negociaciones agónicas entre las formaciones independentistas (Esquerra, JxCat y la CUP) y giros en el último momento, JxCat se ha decantado finalmente por Borràs para gobernar el Parlament. La maniobra impacta de lleno sobre el desarrollo de la próxima legislatura porque la candidata de JxCat es un perfil duro (en campaña habló de reactivar la declaración de independencia) y está pendiente de una causa judicial por la presunta adjudicación a dedo de contratos públicos y podría acabar destituida por la Justicia.
Con Borràs al frente, por tanto, la próxima legislatura se prevé tan revuelta como la anterior. De hecho, el propio Joan Tardà ya ha advertido que un nuevo Govern de coalición entre ERC y JxCat a solas será «un Vietnam diario». En la sala de máquinas de los republicanos, la intención inicial era fraguar un gobierno a cuatro que incluyera a CUP y Comunes, pero ese escenario se ha ido diluyendo poco a poco y todo hace indicar que si Esquerra se mantiene preso del bloque independentista, Pere Aragonès tendrá un mandato como president muy alborotado.
La alternativa que tienen los republicanos es acercarse al bloque de izquierdas conformado por el PSC y los Comunes, pero todavía parece lejos de dar ese giro. De entrada, para la investidura, todo apunta a que se apoyará en JxCat y la CUP, pero a lo largo de la legislatura las cosas pueden variar.
En cualquier caso, la decisión de situar a Borràs como candidata también refleja la división interna cada vez más asfixiante que atraviesa JxCat. Su candidatura se ha decidido a lo largo de la tarde de hoy después de una reunión de la dirección de JxCat. Había varios nombres encima de la mesa y destacaban dos: Meritxell Budó y Borràs. Todo parecía indicar que Budó era la elegida y así se lo trasladó JxCat a ERC el miércoles por la noche, pero las cosas cambiaron ayer por la tarde y Borràs se ha convertido en la candidata.
Lo cierto es que había mucha presión entre los afines de Puigdemont por evitar que Borràs formara parte del Govern. Entre ellos, ha estado el secretario general, Jordi Sánchez. Con esta maniobra, el expresident de la Generalitat gana enteros la posibilidad de que Elsa Artadi, afín al expresidente de la Generalitat, se coloque como líder de JxCat en el Govern ocupando la vicepresidencia económica.
Tampoco Esquerra quería que entrara porque su causa judicial tiene mala perspectiva y si es condenada durante la legislatura podría asociar al gobierno catalán a la corrupción.
Su nombre genera muchos recelos en JxCat y ERC, pero también en la CUP. Los cuperos han enviado un mensaje directo a JxCat en contra de Borràs. «Nos preocupa que planee el nombre de Borràs como candidata», aseguró ayer Riera desde el Parlament, antes de que se confirmara. Riera aseguró que pese a que el compromiso de la CUP «contra la represión es incuestionable», también temen que el caso de Borràs estalle y castigue al separatismo. «Sabemos que el caso de Borràs es complejo y, sin duda, forma parte de la causa general contra el independentismo. Pero el independentismo no puede permitirse ni una sombra de sospecha. Tenemos claro que sabemos que la natura de la causa es política, pero somos conscientes que el origen es una presunta mala praxis», afirmó Riera.
Lo cierto es que este malestar de la CUP con Borràs genera incertidumbre en torno al sentido de su voto. Los anticapitalistas habían mostrado su voluntad por
presidir el Parlament, han propuesto a un candidato (Pau Juvillà) y todo parece que van a ceder finalmente a JxCat para entregarle la presidencia del Parlament.
La cámara catalana se constituye este viernes a las 10 horas. El acuerdo entre las tres formaciones para distribuirse los siete puestos de mando es el siguiente: la presidencia corresponde a JxCat; una de las dos vicepresidencias a ERC; y, una de las cuatro secretarías a la CUP. En total, los independentistas se harán con cinco de los siete puestos de la Mesa y el PSC obtendrá los otros dos –entre ellos, la otra vicepresidencia–.