El 8-M tensiona Podemos: de «tomar las calles» a limitar la agenda
El PSOE se borra de las manifestaciones, mientras los morados «no descartan ir»
Madrid
La celebración del día de la Mujer vuelve a ser un termómetro valido para medir la tensión entre los socios de Gobierno, precisamente en una materia clave para ambas formaciones, que buscan capitalizar la bandera de Igualdad en sus espectros ideológicos. Sin embargo, no se esperaba que también sirviese para reflejar la tensión o falta de interlocución existente dentro de un mismo partido. Si bien dentro del Gobierno, la cuota socialista y la morada coinciden ahora en la prudencia de no alentar a la manifestación, este planteamiento no fue compartido por parte de la formación morada a nivel parlamentario, que desoyó en un primer momento la advertencia de Sanidad de no conmemorar las reivindicaciones feministas bajo el objetivo de volver a «tomar las calles».
La ministra de Sanidad fue muy explícita este miércoles llamando a la responsabilidad de los ciudadanos, pero también de los políticos, en la necesidad de evitar manifestaciones masivas el 8-M. «La situación actual no lo permite», zanjó. Horas antes de este aviso, por la mañana, Igualdad sí se había manifestado a favor de secundar las concentraciones que la Comisión del 8-M decidiese llevar a cabo. La alerta de Darias llegaba por la tarde, y el silencio imperó en la sede de Igualdad. «No ha lugar», sentenció.
Ayer por la mañana, el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, consciente del pronunciamiento contundente de Sanidad, optó por enmendar sus palabras y refrendó que su partido asistiría al 8-M, si las asociaciones organizadoras convocaban movimientos. Elevaba, de esta manera, un nuevo órdago en el seno del Gobierno, quien se ha mostrado en todo momento muy prudente respecto a alentar a la manifestación, máxime si cabe después de los riesgos sanitarios que conllevó hace un año la celebración de la misma. «Unidas Podemos acudirá a las manifestaciones del 8 de marzo si las hay. La decisión de convocarlas o no está en manos de las asociaciones feministas», aseveró el portavoz que defendía ante los medios que la «recomendación» de
Darias era «compatible» con la autorización hecha por la Delegación del Gobierno en Madrid con el límite de 500 personas y recordaba otras manifestaciones que sí se celebraron como la contraria a la «Ley Celaá».
Minutos después de estas declaraciones, Podemos salió a rectificar a su portavoz, no de manera pública. Fuentes del partido matizaron su envalentonamiento y reconocieron que esperarán a conocer si se convocan las concentraciones por parte de la Comisión 8-M y estudiarán si se respetan las medidas sanitarias. Será entonces cuando se decida en qué medida el partido estará presente en las mismas. En Unidas Podemos optan así por ser prudentes, al tiempo que también se evita, en esta ocasión, el choque con el Gobier no. Desde el ministerio de Igualdad siguieron la misma estela asegurando que, acatarán las recomendaciones de Sanidad. Durante este mes, el departamento de Irene Montero convocará diferentes seminarios y actividades para conmemorar el feminismo.
Por su parte desde el PSOE reconocen que todavía no tienen clara su agenda para esos días, pero no se muestran proclives a acudir a movilizaciones masivas, a pesar de que las permita la Delegación Delegación del Gobierno de Madrid. «Por responsabilidad hay que evitar situaciones de contagio», señalan. Fuentes socialistas de la capital cuestionan, no obstante, que «va a ser muy difícil controlar que las medidas se cumplen» y que no se debe crear polémicas que acaben empañando la causa feminista. «Por las mujeres hay que trabajar todos los días», señalan y ponen el acento en que la movilización debe ser siempre segura y en esta ocasión no está claro que vaya a ser así.
Fuentes de Igualdad del PSOE reseñan la «indiscutible la importancia» que tiene el 8-M para el
partido, dado que han sido «pioneros en la lucha de lo derechos de las mujeres». Desde la formación recuerdan como «todos los años, nuestros compañeros y compañeras se han sumado a las distintas manifestaciones convocadas por el movimiento feminista», pero ponen el acento en que en esta ocasión y «dada la situación pandémica», desde el PSOE «se apoyarán las actividades que, sin perder el carácter reivindicativo conlleva esta fecha, sean compatibles con la situación sanitaria». De lo que trasciende que no participarán en las manifestaciones que puedan convocarse.