Las dudas sobre la sostenibilidad de las pensiones públicas lleva a los planes privados a cifras récord
El incierto futuro que amenaza la sostenibilidad del sistema público de pensiones ha revitalizado el interés de los trabajadores por los planes privados, que el año pasado alcanzaron un nuevo récord histórico de patrimonio, con 116.419 millones de euros, lo que supone 9.533 millones más que hace un año y un 8,9% de crecimiento, según el informe anual de las Instituciones de Inversión Colectiva (Inverco) presentado ayer. Además, 2019 cerró con la mejor rentabilidad de esos planes en la serie histórica, con un 8,8% de media. Unos números que avalan la idea de que la rentabilidad del ahorro privado de cara a la jubilación empieza a ser suficiemente atractiva para invertir, ante el temor a que las pensiones públicas puedan ir deteriorándose a medida que la pirámide poblacional invierta el equilibrio entre población activa y pensionistas. Por ello, la aportación individual –personal de cada trabajador– a estos fondos privados se incrementó un 13% en los últimos doce meses, hasta alcanzar los 4.039 millones.
A pesar de estas cifras, España aún se encuentra muy lejos de la media mundial, ya que únicamente se destina a este tipo de ahorro el 0,5% del total, y el patrimonio de los fondos respecto al Producto Interior Bruto (PIB) es de apenas un 8,8%, mientras que la media ponderada se encuentra en el 53,3%. Para Ángel MartínezAldama, presidente de Inverco, «la tasa de reposición de las pensiones en España –el porcentaje de ingresos en la jubilación respecto a los ingresos aportados como trabajadores en activo– es muy alta, del 72,3%, y va a caer de forma abrupta en los próximos años», por lo que se cobrarán pensiones más bajas. Por ello, Inverco apunta que el Gobierno debe «mejorar la fiscalidad de los planes de pensiones y dar información a los futuros jubilados sobre cuál será la pensión que les quede, para que puedan tomar las medidas necesarias para complementar la prestación pública».