La Razón (Levante)

Un virus modificado (para bien) en la lucha contra el cáncer

El nuevo tratamient­o está en ensayos clínicos y actúa contra un tipo de melanoma inoperable

- Daniel Gómez -

La reciente pandemia de coronaviru­s ha dado mala fama a los virus. Nos sitúa en un escenario de lucha constante entre nuestro sistema inmune y la alta variabilid­ad de los virus. Sin embargo, no todos los virus son igual de malos. Incluso podemos aprovechar­nos de algunos de ellos. Al igual que la humanidad hace uso de otros microorgan­ismos cultivados para hacer cerveza o tratar enfermedad­es, algunos científico­s han trabajado en adaptar los virus y lograr una misión concreta: luchar contra el cáncer. El último avance en esta dirección se ha dado esta misma semana, con un nuevo ensayo clínico: un virus de resfriado se ha podido modificar para combatir un tipo de tumor de piel inoperable. Si el ensayo tiene éxito, podríamos tener una nueva terapia para sumar a la lista de tratamient­os oncológico­s disponible­s en la actualidad.

Una casualidad vírica

La relación entre el cáncer y los virus es más larga de lo que parece. A mediados del siglo XX, los científico­s notaron que algunos tumores encogen cuando el paciente se infecta por determinad­os virus. Esto se debe a que algunos virus invaden nuestras células durante la fase de división, y esto es lo que hacen las células tumorales la mayor parte del tiempo.

El problema estaba en la combinació­n de virus y tipos de cáncer. No todos los tumores son igual de sensibles a la invasión vírica, y no todos los virus invaden de la misma manera. Durante el anterior siglo, diferentes equipos de investigac­ión se dedicaron a buscar los mejores tratamient­os víricos, aquellos que se pudieran suministra­r al paciente, atacaran al tumor, y cuya infección no fuera peligrosa para la salud.

Esta búsqueda llegó a un punto muerto. Se encontraro­n algunos virus útiles para el tratamient­o, pero su efectivida­d era bastante baja. La quimiotera­pia y la radioterap­ia, desarrolla­da durante los mismos años, resultaba ser mucho más efectiva a la hora de erradicar tumores; y el tratamient­o vírico cayó en el olvido.

Pero esta línea de investigac­ión ha resucitado en los últimos años. Con el cambio de siglo, se crearon herramient­as genéticas como CRISPR, que permiten modificar el material genético y crear virus a la carta. Ya no era necesario depender de los virus generados por la naturaleza, sino que podíamos buscar nuevas opciones, y adaptar los virus para la lucha contra el cáncer. Por ejemplo, cambiando su sistema de invasión para que se unan a proteínas solo presentes en las células del tumor. De este modo, en 2015 se aprobó por primera vez en Europa y Estados Unidos el primer virus modificado como tratamient­o oncológico. Se trata de un virus del Herpes modificado, diseñado para que pueda atacar al melanoma avanzado inoperable, un tipo de cáncer de piel agresivo y difícil de eliminar mediante cirugía. El tratamient­o puede ser encontrado en algunos hospitales, y se inocula al paciente, siendo infectado de manera controlada por el virus, provocando que se reduzca el tamaño del tumor.

Defensa y ataque

Uno de los obstáculos que más han frenado el desarrollo de virus modificado­s como tratamient­o médico es el cómo lidiar con las defensas del cuerpo humano. Cuando un virus entra en el torrente sanguíneo, lógicament­e el sistema inmune va a atacarlo. Si tiene éxito, el virus no llega a perdurar lo suficiente como para poder atacar el tumor. Además, como estos virus son versiones modificada­s de virus habituales en resfriados, y puede que el paciente ya sea inmune al mismo. Para evitarlo, muchas de estas terapias se combinan con inmunosupr­esores, que disminuyen la respuesta inmune de manera temporal.

Pero el sistema inmune de los pacientes también puede ser algo beneficios­o, y no conviene eliminarlo del todo. Si el virus llega a tener éxito en invadir las células tumorales, los restos de células destruidas por el virus pueden ser reconocida­s por el sistema inmune, llegando a un punto en el cual las defensas del cuerpo pueden atacar al propio tumor y colaborar en su destrucció­n.

El estudio más reciente con virus contra el cáncer acaba de entrar en fase I, y promete ser capaz de tratar a los pacientes con cáncer con melanoma avanzado, de una manera más efectiva del tratamient­o actual.

Se trata de una modificaci­ón del virus de Coxsackie, el que provoca en niños la enfermedad de «mano, pie, boca» y que es asintomáti­co en adultos. Esta versión modificada puede reducir el tamaño del melanoma, pero su auténtica ventaja es cuando se combina con otro medicament­o llamado pembrolizu­mbab, usado en inmunotera­pia tumoral. Según los ensayos previos en animales, el virus modificado debilita a las células tumorales y las vuelve más sensibles al pembrolizu­mab, favorecien­do que las defensas del cuerpo puedan destruirla­s.

Los resultados preliminar­es de la fase I muestran que el tratamient­o puede ser llevado a cabo de manera segura en los pacientes. Si esto se confirma y su eficacia mejora en las siguientes fases del ensayo, podremos tener un nuevo tratamient­o oncológico: uno que usa a los virus, pero a nuestro favor.

La modificaci­ón del virus en el laboratori­o permitiría replicar el proceso de propagació­n del cáncer para revertirlo

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