El radical Pedro Castillo gana por sorpresa en Perú
Keiko Fujimori y De Soto se disputan pasar a segunda vuelta
Inesperado. Es la única palabra que puede usarse para el triunfo en primera vuelta del candidato presidencial Pedro Castillo en Perú. Hasta la última semana de campaña su nombre y sus propuestas no eran tomadas en serio ni por la prensa ni por analistas. Tanto, que cuando CNN en Español debió mostrar los primeros números del escrutinio este domingo, no tenía ni su fotografía para mostrarlo en pantalla. Y ya era quien agrupaba mayor cantidad de votos. De izquierda radical, Castillo ha logrado agrupar el voto de la provincia peruana que se ha aglutinado en torno a discursos «anti Lima», como evidencia del divorcio de la clase política tradicional con amplios sectores sociales.
La capital concentra a un cuarto de la población de todo el país, y allí el voto a favor del izquierdista apenas alcanza el 5%. Pero en otras regiones ha arrasado.El resultado es que el candidato de Perú Libre, partido que se declara como marxista leninista, ya garantizó su paso al balotaje con casi el 18% de los sufragios, y espera a su contrincante. El segundo lugar se lo disputan Keiko Fujimori con el 13% y Hernando de Soto con el 12,5% mientras aún se procesan datos en una carrera
La empresa Ipsos, que realizó un conteo rápido y antes había adelantado resultados a boca de urna, daba a mediodía de este lunes en Lima que la hija del exmandatario Alberto Fujimori pasaría a la segunda vuelta. Así, disputaría por tercera vez la presidencia de su país, luego de no haber conseguido triunfar en los balotajes de 2011 y 2016.
Pedro Castillo es un maestro que se dio a conocer por liderar reivindicaciones sindicales. Ahora se ha convertido en la figura más emblemática de las presidenciales, a las que se presentó con una propuesta «contestar al neoliberalismo». El programa de gobierno propuesto por el partido Perú Libre incluyen reformas estucturales al sistema económico peruano, que promulgan una «economía popular con mercados» inspiradas en la Bolivia de Evo Morales y el Ecuador de Rafael Correa; e incluso cambiar la Constitución nacional.
A favor de la pena de muerte
Bajo este nuevo modelo el Estado asumiría el rol de empresario «para competir equitativamente con el empresariado privado». Además, se propone la nacionalización de todos los sectores estratégicos tales como el minero, gasífero, petrolero, hidroenergético y de comunicaciones. La propuesta de gobierno de Castillo plantea que los principales servicios como aeropuertos, ferrocarriles, puertos y carreteras «sean recuperados y usufructuados en beneficio directo de todos los peruanos»; lo que implica una anulación de cualquier concesión vigente de todos estos servicios.
Entre lo más polémico de sus propuestas está las críticas a la OEA, la Corte Interamericana de Derechos Humanos e incluso el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). Castillo, de hecho, ha propuesto reinstaurar la pena de muerte y abandonar la Corte de DDHH, mientras se ha manifestado abiertamente contra el aborto, el matrimonio homosexual, la eutanasia y el enfoque de género en las escuelas.
A sus 51 años, el nacido en Cajamarca, una de las regiones más pobres de Perú en la última década pese a contar con la mina de oro más grande de Sudamérica, ha roto todos lo esquemas.