Una leyenda cumple 30 años
► El Fuenlabrada homenajeó en la última jornada al Partizán campeón de Europa de Obradovic, Djordjevic y Danilovic
Una de las imágenes icónicas del baloncesto europeo, el triple de Sasha Djordjevic al Joventut de Badalona en la final de la Liga Europa Europa de 1992, cumple hoy 30 años. Lo que sucedió el 16 de abril de 1992, Jueves Santo, en Estambul entre el Partizán de Belgrado y la Penya arrancó casi un año antes en la concentración de la selección selección yugoslava que estaba preparando preparando el Eurobasket de Roma’91. Allí estaba Zeljko Obradovic. El actual técnico del Fenerbahçe había había sido campeón del mundo en Argentina’90 con Yugoslavia. Sin Drazen Petrovic, que había renunciado renunciado al Eurobasket, estaba llamado llamado a ser el base titular de los balcánicos balcánicos por delante de Sretenovic y Sasha Djordjevic. Los plavi eran favoritos indiscutibles. Defendían el título logrado dos años antes en Zagreb y lo ratificaron con una superioridad superioridad insultante, pero... su base titular, Obradovic, abandonó la concentración porque recibió una llamada desde Belgrado. Su amado Partizán, con el que había ganado la Liga, la Copa y la Korac, necesitaba un entrenador. Habló con el seleccionador Dusan Ivkovic Ivkovic y cambió el oro plavi con los Kukoc, Radja, Divac, Perasovic y compañía por el banquillo de su equipo de toda la vida. Con la ayuda ayuda en ese primer año de uno de los miembros de la santísima trinidad de los banquillos yugoslavos, el profesor Aça Nikolic, Obradovic arrancó su legendaria carrera.
Yugoslavia, en la primavera del 91, estaba empezando a desintegrarse. desintegrarse. El Partizán iba a participar en la Liga Europa 1991/92 –la futura futura Euroliga–, pero sus partidos como local debía disputarlos en otro país por la dramática situación situación de los Balcanes. Un pívot que había jugado en Granada y en el Partizán, Milenko Savovic, comentó comentó a los responsables del club la posibilidad de jugar en Fuenlabrada. Fuenlabrada. Pabellón nuevo, el Fernando Fernando Martín, ciudad al lado de Madrid Madrid bien comunicada y una afición que podía volcarse con el equipo. Fuenlabrada se convirtió en la nueva casa de los yugoslavos. No es extraño 30 años después después ver en los partidos en la Sala Pionir alguna bufanda del Fuenlabrada.
Aquel Partizán era un equipo único. Su media de edad no alcanzaba alcanzaba los 22 años (21,7) y 20 de los 21 partidos que jugó para ser campeón campeón de Europa los disputó lejos de su ciudad. El único que jugó en casa fue uno de los encuentros del cruce de cuartos ante el multimillonario multimillonario Knorr de Bolonia. Por supuesto, ganaron. En tiempos convulsos en Yugoslavia, el equipo no era etnicamente puro. Lo mismo mismo que sucedió con su antecesor en Europa, la Jugoplastica tres veces veces campeona. El Partizán lo formaban formaban once serbios y un croata (Ivo Nakic). Se presentaron en la Final Four de Estambul casi como invitados. Enfrente estaba la Philips Philips de Milán y dos equipos españoles, españoles, Montigalá Joventut y Estudiantes Estudiantes Caja Postal. Por esas cosas de la FIBA, los dos españoles se tuvieron que medir en semifinales. semifinales. El Joventut arrasó (91-69) a los colegiales. El Partizán superó (8275) (8275) a los italianos.
El Joventut era un equipo armado armado para ganar la Copa de Europa frente a un grupo de novatos que no lo eran tanto. Djordjevic y Danilovic Danilovic habían sido campeones de Europa con Yugoslavia el verano anterior. El resto (Nakic, Koprivica, Rebraca, Stevanovic...) era un bloque bloque con los roles muy claros. Los yugoslavos mandaron casi todo el partido, aunque en el último minuto minuto una acción kamikaze de Tomás Tomás Jofresa situó por delante al Joventut (70-68) con ocho segundos segundos por delante. Morales, después de la canasta, regaló el balón a Koprivica. Koprivica. Cero picardía. El pívot entregó entregó la pelota a Djordjevic. El base esprintó por el lado derecho de la pista perseguido por el pequeño de los Jofresa. Poco antes de la línea línea de tres frenó. Estaba al lado del banquillo del Joventut. Se levantó, Tomás Jofresa tropezó, Sasha se giró en el aire y clavó el triple (7071). (7071). El Joventut tuvo que esperar dos años para ganar la Copa de Europa. Obradovic, el base que renunció al oro plavi por el banquillo banquillo del Partizán en 1991, ya entrenaba entrenaba en Badalona.