La Razón (1ª Edición)

De la primera piedra de Valdebebas a Gento

Carvajal marcó el primer gol, el que abría el camino de la victoria y le daba su sexta Copa de Europa, como el mítico extremo

- Domingo García.

DaniDani Carvajal derribó a cabezazos la resis-tencia resis-tencia del Dort-mund. Dort-mund. El más bajito sobre el campo se adelantó a Fullkrug, el tanque de 1,90 que ‹jaba el ataque de los ale-manes, ale-manes, para rematar el primero de la noche, el que abría la puerta de la Decimoquin­ta y ponía a Carva-jal Carva-jal a la altura de Gento.

Tiene sentido que fuera el juga-dor juga-dor que puso la primera piedra de la Ciudad Real Madrid de Valde-bebas, Valde-bebas, ante la mirada de Di Stéfa-no, Stéfa-no, el que marcó el gol que le hacía igualar al mítico extremo de la época de Don Alfredo, el único hasta ahora que había conseguido seis Copas de Europa.

Cuando Gento se retiró, y du-rante du-rante muchos años después, había ganado todas las Copas de Europa que había ganado el Real Madrid. Carvajal ha ganado todas las Ligas de Campeones que el Real Madrid ha ganado en este siglo. Pero no están solos y tanto sentido como el gol de Carvajal tiene que fuera Kroos el que le pusiera la pelota en la cabeza. El alemán se despide con su sexta Copa de Europa, igual que Nacho y que Modric.

Ya había avisado Carvajal antes del gol con otro remate de cabeza en otro córner sacado por Kroos, pero la pelota se marchó por enci-ma enci-ma del larguero. « Este año he su-bido su-bido a los córners. Como siempre digo a mi familia la determinac­ión es clave en mi carrera, la primera se me ha ido arriba y he marcado en la segunda», explicaba después del partido con la naturalida­d del que está acostumbra­do a marcar goles decisivos.

El lateral internacio­nal, uno de los capitanes del Real Madrid, ha añadido este año el remate de ca-beza ca-beza a su repertorio. Acostumbra-do Acostumbra-do a ser el que cerraba en defensa cuando su equipo sacaba de es-quina es-quina para aprovechar su veloci-dad, veloci-dad, este año Carlo Ancelotti y su hijo Davide decidieron meterle en el área entre gigantes. Y ha conse-guido conse-guido varios goles así en el curso más goleador para él. Son seis los que ha marcado esta temporada, pero el de Wembley era el primero que marcaba en la Liga de Cam-peones. Cam-peones.

El gol, además, significab­a la primera Copa de Europa que el Real Madrid gana en Wembley, un terreno en el que otros grandes de Europa han levantado la Copa de las grandes orejas y que había sido esquivo al Real Madrid.

Carvajal lloraba en cuclillas sobre sobre el césped nada más acabar el partido. «Es una felicidad inmensa», inmensa», reconocía. « Ha sido un partido partido complicado. Yo quería ganarla más holgada. En la primera parte hemos salido vivos y no hemos merecido ni el empate. Pero hemos hemos sabido sufrir, los palos, y esto es fútbol», añadía. «Partidazo», le decía Alaba mientras atendía a las television­es. Partidazo y gol que le ponen a la altura de una leyenda que parecía inalcanzab­le como

«La determinac­ión ha sido clave en mi carrera, la primera se me ha ido arriba y marqué la segunda»

Paco Gento. No era un homenaje, era cuestión de estilo y de necesidad, necesidad, pero Carvajal ejerció durante parte del partido más como extremo extremo que como lateral. Era el que más estiraba el equipo en la primera primera mitad, cuando más sufría el Real Madrid por el empuje del Borussia Borussia Dortmund.

Después de festejar con sus compañeros, Carvajal agarró la Copa de Europa y fue a ofrecerla al fondo donde estaban casi todos sus a‹cionados. Lo normal para un niño que se ha formado en el club desde pequeño aunque tuviera tuviera que hacer un Erasmus de un año en Leverkusen para regresar en condicione­s de ser titular. El niño que puso la primera piedra de Valdebebas ya está a la altura de Gento.

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Madrid corren a
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EFE
Los jugadores del Real Madrid corren a abrazar a Carvajal EFE

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