La Razón (1ª Edición)

Pobres criaturas racionales

- Carlos Rodríguez Braun

YaYa en 1799 advirtió Goya en sus Caprichos de que el sueño de la razón producía monstruos. La Ilustració­n dio pie a varios de ellos, que suelen estar interco-nectados, interco-nectados, desde el socialismo hasta el cien-tismo. cien-tismo. La fatal arrogancia que lleva al doctor Frankenste­in a fabricar una criatura racional con cadáveres humanos queda reƒejada en el título del libro de Mary Shelley: «el moderno

Prometeo». Esa ambición desmedida por crear seres vivos nuevos mediante la razón era antes señalada con cautela, por los peligros que acarreaba. acarreaba. Pero ya no, como se ve en la película Poor things, del director Yorgos Lanthimos, con guion de Tony McNamara, basado en la novela de Alasdair Gray.

La historia, magníficam­ente interpreta­da por Emma Stone y William Dafoe, junto a otros actores excelentes, parece un reƒejo de la de Shelley. Stone encarna a Bella Baxter, nacida en un laboratori­o de la Inglaterra victoriana, gracias a un experiment­o del cientíˆco Godwin Baxter (Dafoe), un hombre torturado de niño por un padre también ambicioso cientíˆco, cuyo jardín está poblado de extraños animales animales combinados, señal de que ha probado con bichos antes de lanzarse al experiment­o de colocar el cerebro de una niña en el cadáver de su madre.

No por casualidad, como apuntó Jacob Bruggeman en Law & Liberty, el nombre del cientíˆco es el apellido de William Godwin, el padre de Mary Shelley, y un destacado pensador del siglo XVIII que sostenía la hipótesis hipótesis de la indeˆnida perfectibi­lidad del mundo gracias a las capacidade­s de la razón humana.

Igual que el monstruo de Frankenste­in, Bella se lanza recorrer el mundo en lo que ha sido llamada una aventura de autoconoci­miento y liberación sexual, y que en realidad es un autoengaño autoengaño incesante y una prostituci­ón, que no cabe identiˆcar con sabiduría y sexo. Acertaron las críticas que recoge Bruggeman y que se preguntaro­n preguntaro­n si eso era en verdad lo mejor que se puede hacer por la sexualidad femenina en la pantalla, y si la película no era una obra de arte feminista sino una fantasía sexual machista y ofensiva.

El monstruo de Frankenste­in al ˆnal se inmola. inmola. Aquí, tras supuestame­nte haber desaˆado desaˆado las convencion­es de la época, llegando a robar dinero para resolver la pobreza dándoles dinero a los pobres, ocupa el lugar del cientíˆco. cientíˆco. Y los sueños de la razón siguen produciend­o monstruos, pero ahora ridículos. Pobres criaturas criaturas racionales.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain