Federer, 405 días después
Reapareció en Doha con un triunfo en tres sets ante el inglés Evans. Estuvo más de dos horas en pista y dejó detalles prometedores
Físicamente las rodillas respondieron. El saque le funcionó y, pese a los numerosos errores, su talento sigue intacto
Después de 14 meses parado y camino de los 39 años, Roger Federer reapareció en la segunda ronda de Doha. Enfrente estaba el británico Daniel Evans, un jugador de 30 años, número 28 del mundo y con el que se había entrenado en las dos últimas semanas. 405 días después de caer en las semifinales del Open de Australia ante Djokovic, el suizo regresó con una victoria en tres sets (7-6, 3-6 y 7-5) y después de dos horas y 25 minutos de pelea. En cuartos de final, de un torneo que tiene como primer cabeza de serie a Dominic Thiem, le espera el georgiano Nikoloz Basilashvili, número 42 del mundo.
«Hemos entrenado juntos, hemos jugado muchos sets y Roger ha sido competitivo. Algunos días entrenamos durante tres horas y otros lo hicimos durante una hora y media. Obviamente, su nivel es mucho más alto que el de la mayoría de tenistas, pero ha sido bueno tener esa preparación», aseguraba Evans antes de ser el coprotagonista de un partido histórico.
El regreso de Federer se fue hasta tres sets y el primero se prolongó durante casi una hora. Se resolvió en el tie break y el suizo tuvo que salvar una bola de set en contra con su servicio. Al ganador de 20 Grandes le funcionó bien el saque, tuvo más de un golpe de esos que sólo él es capaz de dar, pero cometió muchos errores con el revés como no podía ser de otra forma. Evans se mostró firme en el segundo set y no flaqueó. Aprovechó la oportunidad de break que tuvo y prolongó el partido. Roger respondió al desafío del tercer set. Superadas las dos horas se lanzó abiertamente al ataque. Hubo un poco de todo en su repertorio. Detalles que recordaron a un jugador único y errores que evidenciaron que todavía está lejos de su mejor forma. Incluso su uniforme, camiseta y pantalón verdes, aunque de distintos tonos, pareció un poco fuera de lugar. Federer desaprovechó la primera pelota de partido y la segunda no la dejó escapar.
El último compromiso oficial del suizo fue el 30 de enero del año pasado. Fueron las semifinales de Australia ante Djokovic. Luego llegó una exhibición con Rafa en Suráfrica y desde ahí un par de visitas al quirófano y la renuncia a todos los torneos de 2020 y al pasado Open de Australia. Después de 405 días sin competir, Federer aseguraba que estaba bien, aunque lejos de su mejor forma. Su calendario a partir de ahora está por definir, aunque esté inscrito en Dubai. De momento ha renunciado al Masters 1.000 de Miami, donde sí estarán Djokovic y Nadal, y tiene pendiente confirmar si acude a algún torneo de la gira europea sobre tierra batida. Lo que parece que tiene muy claro es que acudirá a Halle donde se rodará para Wimbledon, su gran objetivo del año junto a los Juegos Olímpicos.
Además de la lucha con Nadal y Djokovic por ser la raqueta con más Grandes de la historia y el desafío de los Juegos, Federer tiene a estas alturas más retos pendientes. Está a seis títulos del número de torneos ganados de Jimmy Connors. El estadounidense sumó 109 y lo hizo después de 1.560 partidos jugados. Federer acumula 103 en 1.507 partidos. De momento en Doha y con público sigue vivo.