LAS OTRAS MUJERES DE AMANCIO

El éxito de Marta lo comparte con su madre, Flora Pérez, quien comenzó su carrera en Inditex como encargada de tienda y este año se ha convertido en presidenta de la Fundación Amancio

Ortega, una entidad que el gallego más universal financia con su propia fortuna de 76.400 millones de euros y que destina a causas sociales. Es especialmente conocida por su programa de apoyo a la oncología pública. A su vez,

Pepita, la única hermana con vida de Amancio Ortega, también está de enhorabuena. A sus 89 años ha sabido invertir su porcentaje en Inditex, valorado en 583 millones de euros, y ha hecho crecer su patrimonio, junto a sus hijos, con inversiones en el sector inmobiliario francés, en la promoción de viviendas de lujo en A Coruña o en formar parte del consejo de Altia, la empresa tecnológica gallega que le acaba de dar unos suculentos dividendos. Loli, sobrina del fundador e hija de su hermano Antonio, fallecido en 1987, tiene un 0,90% de las acciones de Inditex. Es decir, unos 700 millones de euros. Está casada con Juan Carlos Rodríguez Cebrián, quien fuera director general de la compañía y hoy inversor en hostelería. Un negocio no siempre boyante. Que se lo digan a Sandra Ortega Mera, la primogénita de Amancio. A pesar de ser una de las mujeres más ricas de España, este año ha tenido su primera gran polémica: hasta cinco bancos le reclaman que asuma las pérdidas de un crédito de 140 millones que Rosp

Corunna, su ‘family office’, otorgó a Room Mate durante lo peor de la pandemia. Sandra acusó al ex consejero delegado de su sociedad, José Leyte, de haber falsificado su firma y desconocer la firma de estos acuerdos. La Justicia acordó el sobreseimiento de la causa y ahora le piden que responda ante estas entidades. Presidenta de la Fundación Paideia, fundada en 1986 por su madre, Rosalía Mera, ha reclamado a la Xunta más personal para la atención de adultos tutelados en Galicia, ya que considera que esta problemática provoca “una desatención importante a personas muy vulnerables”. Ella sabe de lo que habla ya que está muy volcada en el cuidado de su hermano mediano, Marcos, aquejado de una parálisis cerebral.