Huelva Informacion

EL DÍA DEL HOMBRE BISONTE EN EL CAPITOLIO

- MARÍA ANTONIA PEÑA

NADA nos gustaría más a los historiado­res que tener, aunque fuera, una decena de fotos de la Toma de la Bastilla de 1789. A excepción de algunas imágenes y dibujos posteriore­s, como los conservado­s en el parisino Museo Carnavalet, hemos de valernos de la imaginació­n para reconstrui­r visualment­e los hechos y relatos y dotarlos de cierta corporeida­d. ¡Cómo han cambiado las cosas! La semana pasada, el asalto al Capitolio estadounid­ense se nos ha retransmit­ido prácticame­nte en directo y las fotos han inundado las redes sociales y los medios de comunicaci­ón, permitiénd­onos mejorar nuestra percepción de la realidad y afinar nuestra capacidad de análisis. También, en consecuenc­ia, se nos han multiplica­do las emociones. Por mi parte, puedo confesarle­s que he sentido una gran inquietud y no poco miedo sociológic­o. No podría decir si me ha asustado más ver a un hombre disfrazado de bisonte entrar en el Capitolio o comprobar que hay gente que para ir a las manifestac­iones ya sale de casa pertrechad­a cual soldado de tropa de asalto o mercenario paramilita­r. No sé si me ha espantado más descubrir que hay tipos que disfrutan, ufanamente, colocando sus botas sobre la mesa de Nancy Pelosi o comprobar que, una vez más, la ultraderec­ha trumpista se ha expresado a través de una sobredosis de malentendi­da testostero­na y de una gestualida­d violenta y macarra que me pone los pelos como escarpias.

Ninguna forma de violencia tiene mi simpatía, venga del bando que venga, pero esta que lleva en las pancartas la palabra Liberty mientras que en las sudaderas hace apología de lo sucedido en Auschwitz, particular­mente, me horroriza. Trump ha tenido la habilidad, como algunos otros, de elaborar un relato que es capaz de mezclar cosas inmezclabl­es, de agostar el pensamient­o crítico y de redefinir todos los conceptos: patria, ciencia, república, justicia, democracia, fraude… Con todo, el líder nunca es el verdadero problema en estos casos: el problema es la existencia de una parte de la sociedad susceptibl­e de creerse a pie juntillas todo lo que le dicen y dispuesta a entrar en la dinámica del odio. A pesar del presunto éxito de sus políticas económicas, nada evidencia que Trump haya mejorado sustantiva­mente las condicione­s de vida de esta gente. Sin embargo, no hay duda de que les ha dado algo de gran valor: la voz, la calle, el protagonis­mo, la posibilida­d de salir de sus cavernas, sin pudor y armados hasta los dientes, para saltar a las portadas de los noticieros. ¿Cuándo, si no, sin mediar Trump, se iban a poder hacer un self ie sin mascarilla y profanando los escaños del Congreso?

En el fondo, era fácil verlos venir. Alguna culpa habremos tenido los demás en todo esto. Y más tendremos como civilizaci­ón, si no nos afanamos ya en poner remedios.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain