ASÍ HAN SIDO LAS LUJOSAS Y EXCLUSIVAS VACACIONES DE LA FAMILIA PREYSLER EN MALDIVAS
Isabel, sus hijas Tamara Falcó y Ana Boyer, con su marido e hijos
La marquesa de Griñón fue sorprendida con una cena a pie de playa para celebrar su reciente cumpleaños
«A los niños les encanta la playa e hicimos una excursión para bañarnos con tiburones, que nos divirtió mucho a todos», nos cuenta Ana
DESPUÉS del «shock» de su ruptura con Íñigo Onieva, Tamara Falcó necesitaba unos días de descanso y relax. Por ello, aprovechó un parón en su agenda de compromisos para hacer las maletas y viajar hasta un destino paradisíaco: Maldivas. No disfrutó sola de estos días de sol y playa en pleno océano Índico, ya que la marquesa de Griñón estuvo acompañada tanto por su madre, Isabel Preysler, como por la familia de su hermana Ana Boyer, incluidos Fernando Verdasco y los pequeños Miguel y Mateo, que cumplirá dos años a finales de mes. A este planazo también se apuntó una amiga de Tamara, tal y como nos contó Ana en la gran fiesta que Möet & Chandon organizó la semana pasada en Madrid. «Fueron unos días maravillosos.
Hacía mucho que no encontrábamos el momento de estar todos juntos en vacaciones, así que un gusto», nos explicó la hija pequeña de la familia Preysler. Concretamente, Tamara y su familia escogieron el exclusivo cinco estrellas de la isla privada de Naladhu. Cada una de las veinte casas este lujoso «resort» dispone de piscina privada, servicios de «spa» y unas vistas de ensueño a las aguas zafiro del Índico.
UN REGALO «CON UN POCO DE RETRASO»
Durante su estancia en las Maldivas, Isabel Preysler y Ana Boyer tuvieron un bonito detalle con Tamara, que cumplió cuarenta y un años el pasado 20 de noviembre. «Aprovechamos para celebrarlo con un poco de retraso», nos contó Ana, que se
encontraba en Catar el día en el que su hermana sopló las velas —allí tiene fijada su residencia familiar—. La sorpresa consistió en una cena a pie de playa, en la que no faltó langosta.
No fue el único planazo de los Preysler en Maldivas, ya que también se trasladaron hasta el Atolón de Vaavu para nadar entre tiburones nodriza. «A los niños les encanta la playa e hicimos una excursión para bañarnos con tiburones, que nos divirtió mucho a todos», nos dijo Ana, que también disfrutó al ver a su hermana jugando con su hijo mayor, Miguel —también ahijado de la marquesa de Griñón—. Sin duda, unos días idílicos en los que Tamara pudo desconectar y pasar página a estas últimas semanas tan intensas para ella.