Assassin's Creed Origins
POR OSIRIS Y POR APIS, SOIS UN ASSASSIN
Había dos cosas que se le pedían a gritos a assassin'screed: que mirara al antiguo egipto y que se tomara un período sabático. ambas se concatenaron y el resultado es un juegazo que nada tiene que envidiarle a la trilogía de ezio auditore.
Casi todas las entregas de la saga llegaban siempre al período navideño con la lengua fuera y los bugs a flor de piel, pero Origins se desmarca de ellas por completo. Ubisoft Montreal, concretamente el equipo que firmó Black Flag, ha tenido cuatro años para desarrollar sin prisas el juego, que es el más pulido, el más vasto y, en definitiva, el más completo de la saga. Ni Unity ni Syndicate fueron malos productos, pero sí anodinos como ellos solos, y baste con ver el bajón de ventas que supusieron: 8,27 millones el primero y 5,31 el segundo, según VG Chartz, frente a los 13,16 de Blackflag (que fue intergeneracional, eso sí) o los 13,03 de ACIII. En otras palabras, mucha gente acabó por aborrecer la saga, un servidor entre ellos. Sin embargo, esta entrega supone a la vez una revolución y una reivindicación que bien valen volver a la fe del credo, esta vez en versión politeísta.
Ambientado en el Egipto ptolemaico, en el 49 a.c., Assassin'screedorigins está protagonizado por Bayek de Siwa, el último medjay, la casta protectora del pueblo egipcio. Nada más empezar, se embarca en una historia de venganza contra la orden de los Antiguos, los futuros templarios, y que sirve como hilo conductor para explicar la génesis de los Ocultos, el nombre primigenio de la hermandad assassin. No tiene tanto carisma como Ezio, pero Bayek tiene más carácter que el pusilánime Arno Dorian y los barriobajeros hermanos Frye juntos. Además, su esposa Aya sirve como contrapunto para su forma de ver el mundo, y aparecen personajes históricos de la talla de Cleopatra y Julio César. Ahora bien, el argumento tiene un desenlace abrupto y deja muchas cosas en el tintero. La hermandad se crea en cuestión de minutos, con miembros de los que no sabemos prácticamente nada, al provenir de misiones secundarias que no tenemos por qué haber cumplido, lo cual es desconcertante. Tampoco esperéis sacar muchas conclusiones sobre Frutos del Edén, Abstergo o Juno, aunque vuelve a haber partes en el presente y referencias a Desmond Miles. No es un mal punto de partida, pero, para saber ciertas cosas, parece que habrá que pasar por el aro del DLC titulado Losocultos.
egipto, qué hermoso eres
Que Egipto fuera la ambientación histórica más deseada para un Assassin's Creed era pura lógica, pero el resultado supera con creces las expectativas. No sólo es de las mejores de la saga, sino de cualquier videojuego. Ubisoft Montreal ha echado toda la carne en el asador y ha planteado un mundo abierto
assassin's creed origins es una revolución y una reivindicación que hacen que no tenga nada que envidiarle a la trilogía de ezio
descomunal que replica al dedillo decenas de enclaves icónicos: las pirámides de Guiza, el Valle de los Reyes, la Esfinge, la ciudad de Menfis... También ha habido que tirar de "ficción" para imaginar cómo eran el Faro y la Biblioteca de Alejandría o la tumba de Alejandro Magno. Más allá de monumentos y ciudades, también hay desiertos, oasis, afluentes del Nilo, zonas submarinas, cientos de edificios accesibles...
Lejos de ser un páramo vacío o relleno con bagatelas, el mapa está plagado de decenas de misiones secundarias con pequeñas historias. No llegan al nivel narrativo de Thewitcher3, por ejemplo, pero explotan diversos ele- mentos de la iconografía egipcia: momias, animales sagrados, jeroglíficos, rivalidades con Roma y Grecia...
una "crecida" al estilo nilo
Además, hay infinidad de tareas adicionales, como sincronizar atalayas (hay zonas más verticales de lo que cabía imaginar), adentrarse en tumbas, limpiar guaridas de animales, competir en carreras de carros, luchar en arenas de gladiadores, encontrar refugios de ermitaño, desentrañar papiros con acertijos, destruir estatuas de Ptolomeo... No querréis parar de jugar. Sólo la historia ya da para 30 horas, pero, con todo esto, hay para muchas más.
lejos de ser un páramo vacío, el mapa está plagado de misiones secundarias y tareas adicionales
Los combates se han renovado por completo, algo que hacía mucha falta. Así, el sistema de lucha es más manual, con golpes y esquivas que recuerdan a Darksouls, aunque con una dificultad más terrenal y un modo furia que permite hacer ejecuciones al cargar la barra de rigor. Disponemos de espadas (normales, en hoz o dobles), martillos, lanzas y hachas, así como de un escudo y un arco, lo cual da pie a muchas estrategias, aunque la fijación de los enemigos y los esquives no siempre funcionan como deberían. Lo bueno es que los rivales ya no atacan de uno en uno, y tampoco basta con dedicarse a realizar contraataques. Aparte, hay un fuerte componente rolero, con subidas de nivel, un árbol de habilidades con tres ramas y equipamiento mejorable, lo que obliga a cazar animales.
Por supuesto, el parkour sigue siendo esencial para desplazarse por el entorno, pero han ganado mucha re- levancia las monturas y las barcazas, muy útiles para surcar las aguas del Nilo a toda velocidad. El sigilo también tiene un nuevo enfoque, gracias a la presencia de un águila que podemos controlar para marcar a los enemigos y revelar secretos de los escenarios. Por cierto, hay cajas de botín y micropagos, pero no perjudican a la experiencia.
océanos de arena y palmeras
Assassin'screedorigins equivale a hacer turismo por Egipto sin moverse de casa. La recreación de los paisajes y los monumentos es sensacional, con una distancia de dibujado demencial y detalles como que las palmeras se agiten con el viento. Es verdad que hay algo de popping con la vegetación cercana, y tampoco es que el modelado de la mayoría de personajes sea para tirar cohetes, pero los escenarios suponen una clase magistral de dirección artística y diseño de niveles. Impresionan.
En lo sonoro, la música acompaña muy bien, en especial el tema principal, que, aun siendo muy "tenue", se graba a fuego. El doblaje, que requiere descargar un parche gratuito, es notable, con Jordi Boixaderas (Boromir, en "El Señor de los Anillos") como Bayek, pero Clara Lago chirría como la reina Cleopatra.
Nos habían contado que los faraones habían muerto, pero nada era verdad; todo estaba permitido. El credo vive.