Foto con historia
EL BULO DE MONTANELLI
¿Caballos contra tanques? El periodista italiano mitificó la derrota polaca frente a Hitler.
En la actualidad llamamos “caballería” a las unidades de un ejército con vehículos motorizados. Quedó atrás el tiempo de los caballos y de las heroicas cargas que contemplamos en las películas de Hollywood. En la Polonia de 1939, sin embargo, la presencia de jinetes en las Fuerzas Armadas era aún muy importante. Los tanques habían empezado a introducirse en ellas pocos años antes. Una insuficiente capacidad financiera e industrial hacía imposible la competencia con la poderosa Alemania y su activa política de rearme. Por eso, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, el país se encontraba en inferioridad ante el Tercer Reich, posee
dor de la última tecnología y, sobre todo, de una estrategia arrolladora conocida como “guerra relámpago”.
En Polonia, el arma de caballería constituía todo un símbolo nacional por sus connotaciones aristocráticas. El país se veía a sí mismo como una gran nación de caballeros, distinguidos y heroicos.
El 1 de septiembre, en el bosque de Tuchola, el coronel Kazimierz Mastalerz, de la Brigada Pomorska, ordenó una carga de caballería contra un regimiento de infantería enemigo. El ataque, en principio, fue un éxito. Sin embargo, la llegada de un cuerpo de reconocimiento germano con ametralladoras y cañones forzó a los polacos a retirarse. Enseguida apareció en el campo de batalla un grupo de periodistas italianos, entre ellos, Indro Montanelli, un hombre que evolucionó del fascismo al antifascismo. Sus crónicas ayudaron a poner en circulación el mito alemán de un ataque lanza en ristre contra los tanques del Tercer Reich. Esta historia propagandística perseguía una finalidad: ridiculizar al ejército polaco como una fuerza atrasada. En realidad, aunque no estaba al mismo nivel que la Wehrmacht, sus fuerzas también disponían del apoyo de artillería moderna. En la imagen de este mes, uno de sus contingentes se dispone a atacar a tropas alemanas.