30.000 años nos contemplan
En 1994 se descubrió una de las cuevas más asombrosas del mundo: restos de seres humanos, pinturas rupestres fascinantes, huellas de rituales ancestrales… Es el entorno perfecto para uno de los documentales más premiados y reconocidos de los últimos tiemp
Los dibujos parecían tan frescos que daban la impresión de haber sido realizados recientemente, pero tienen más de 30.000 años...
Miembro de una extraordinaria generación de cineastas alemanes –Fassbinder, Wenders, Kluge, Von Trotta, Scholöndorff…–Werner Herzog (Munich, 1942) ha desarrollado una dilatada carrera de casi sesenta títulos en la que destacan películas de ficción como Fata Morgana (1971), Aguirre,
la cólera de Dios (1972), El enigma de Kaspar Hauser (1974), Nosferatu, vampiro de la noche
(1979), Woyzeck (1979) o Fitzcarraldo (1982), que muestran su evidente interés por la biografía histórica emparentada con el cine documental, que también ha practicado profusamente: Ecos de un reino oscu
ro (1990), Mi enemigo íntimo (1999), La rueda del tiempo (2003) o Grizzly man (2005). Documentales son sus dos últimas obras, no estrenadas en España, y también la anterior, este maravilloso descubrimiento de la cueva de Chauvet: un templo de la historia, y del arte rupestre.
El descubrimiento
A finales de 1994, tres espeleólogos franceses detectaron una grieta entre las rocas de un paraje cercano al río Ardèche; Jean-Marie Chauvet –de quien tomó el nombre– y sus colegas Éliette Brunel y Christian Hillaire penetraron en el interior de la caverna hasta llegar a una enorme sala con el suelo cubierto de huesos, al parecer de animales. Y al recorrer con sus linternas el entorno, descubrieron toda una serie de pinturas que adornaban las rugosas paredes, representando evidentemente distintas especies: