La Eurocámara revalida su confianza en Ursula Von der Leyen como presidenta de la Comisión
La alemana consigue el apoyo de populares, socialistas, liberales y verdes, y se asegura un segundo mandato de cinco años
La alemana Ursula Von der Leyen recibió ayer el respaldo del pleno del Parlamento Europeo para un segundo mandato de cinco años al frente de la Comisión Europea. Con 401 votos a favor, 284 en contra y 15 abstenciones, la Eurocámara selló la ratificación de la política conservadora, que forma parte del Partido Popular Europeo (PPE) –ganador de las elecciones europeas de junio– y fue designada como candidata a la presidencia del Ejecutivo comunitario por los Estados miembros.
A pesar de haber logrado la victoria en las urnas y de contar con el apoyo de los socialdemócratas y liberales –hacían falta 361 apoyos–, el voto secreto y el hecho de que no exista la disciplina de grupo en la Eurocámara hacían prever un recuento ajustado. Ya en 2019 fue elegida con un margen de tan solo nueve votos.
En esta ocasión, se garantizó el apoyo de los socialistas con un discurso contrario a la ultraderecha y el de los Verdes con varias «soluciones de compromiso» a las que han logrado llegar en las últimas semanas. En el grupo de ultraderecha de los Conservadores y Reformistas (ECR) –en el que se encuentra el partido de la primera ministra italiana Giorgia Meloni– el voto fue libre y la mayoría del grupo lo hizo en su contra. La Izquierda y las formaciones ultra de Patriotas por Europa y Europa de los Estados Soberanos rechazaron asimismo la candidatura de Von der Leyen.
Diseño del nuevo Ejecutivo
Pasado el filtro de la Eurocámara, este será un verano agitado para la política alemana. A mediados de agosto deberá comenzar las entrevistas para configurar la nueva Comisión Europea, que incluirá por primera vez las figuras del comisario de Defensa y el de Vivienda. La elección de los veintisiete integrantes, uno por cada Estado miembro, deberá mantener además el equilibrio entre las formaciones políticas y queda por ver si se mantendrá el cordón sanitario a la ultraderecha, tal y
como ocurrió en la mesa de la Eurocámara. Los candidatos deberán presentarse en las audiencias de las comisiones parlamentarias relacionadas con su cartera y, en octubre, la Eurocámara votará al colegio de comisarios en su conjunto.
En el discurso previo a la votación, Von der Leyen ya dio pistas
sobre las líneas políticas que guiarán su segundo mandato en Bruselas. Se comprometió a luchar contra «demagogos y extremistas» que ataquen al estilo de vida europeo. «No me quedaré quieta viendo cómo nuestra Unión se rompe desde fuera o desde dentro», prometió.
La lucha contra la corrupción y
la defensa del Estado de derecho también guiarán a la próxima Comisión Europea, con un mensaje directo al primer ministro húngaro, Viktor Orbán: «Respetar el Estado de derecho debe ser obligatorio para recibir fondos europeos», destacó.
No fue el único dardo a Orbán. Se refirió a la «misión de paz» del dirigente húngaro y a sus viajes a Moscú y Pekín. «No es una misión de paz, sino de apaciguamiento», criticó, subrayando que la Unión Europea seguirá al lado de Ucrania «el tiempo que sea necesario».
En ese proceso, subrayó que Europa debe dar a Ucrania «todo lo necesario para resistir», ya que «nuestra libertad está en juego». En paralelo, el continente también está obligado a invertir más en seguridad y Defensa. La OTAN sigue siendo el pilar de la seguridad colectiva, «pero el gasto en este apartado es demasiado bajo e inefectivo». Por ello, Von der Leyen apuesta por invertir más en el mercado militar europeo para reforzar las capacidades de los Veintisiete y reclama crear «un escudo de defensa antiaérea» a nivel continental.
«Vivienda asequible»
En clave interna, Von der Leyen se comprometió a un nuevo fondo de competitividad, similar a los fondos de recuperación Next Generation, que permitirá impulsar proyectos transnacionales centrados en energías limpias. Consciente de los problemas a los que se enfrentan los europeos para acceder a una vivienda, prometió diseñar un plan europeo de «vivienda asequible», centrado en la construcción e inversión, dando respuesta así a una de las exigencias de los socialdemócratas europeos (S&D).
La presidenta del grupo parlamentario socialista, la española Iratxe García, subrayó que esto no supone un «cheque en blanco» y que los socialdemócratas serán «un muro de contención para la ultraderecha» en la UE. Los liberales de Renew también se comprometieron a ser «un socio de trabajo exigente, pero fiable», blindando su respaldo a la alemana.
Von der Leyen hizo un guiño a la Eurocámara al pedir un cambio de los tratados que dé iniciativa legislativa al hemiciclo, una competencia hasta ahora exclusiva de la Comisión. La ampliación de la UE también estará en la agenda europea, así como la implementación del Pacto Verde europeo.
Sacar adelante estas políticas no será fácil, más teniendo en cuenta la polarización dentro del nuevo Parlamento Europeo no se lo podrá fácil. Los grupos ultras de Patriotas por Europa y Europa de las Naciones Soberanas votaron en bloque en su contra, asegurando que la alemana representa «todo lo que va mal» en el bloque.