Cuarte de Huerva encargó un plan de inundabilidad tras la tormenta y pide mejoras en los accesos
La alcaldesa Elena Lacalle explica que analizan por dónde descargan los barrancos a la hora de dar licencias Denuncia que tienen la misma entrada que cuando había 2.000 vecinos
ZARAGOZA. De las tragedias también se aprende. Ni quince días llevaba Elena Lacalle como alcaldesa de Cuarte de Huerva cuando una tormenta histórica colapsó la ciudad y generó más de cuatro millones en gastos. Tras atender a los vecinos y limpiar de barro el municipio, la regidora encargó a una empresa externa que preparara un plan de inundabilidad que está analizando ahora la CHE. En el documento figura por dónde van los cauces de los barrancos, una información que se tiene en cuenta al planificar equipamientos municipales y conceder licencias. La tromba de agua del 6 de julio también dejó claro que los accesos a Cuarte, «que son los mismos que tenía cuando había 2.000 habitantes», se han quedado pequeños ahora que son más de 13.000 residentes.
Tuvo Elena Lacalle un estreno complejo. Al acabar el pleno, empezó a escuchar cómo rebotaba el granizo en el suelo del bulevar, antes de dar paso a una tromba de agua totalmente excepcional en la provincia. A través del Consorcio de Compensación de Seguros, se atendieron 1.352 peticiones de vecinos desde Cuarte y se pagaron 9,4 millones de euros.
El día de la tormenta, Lacalle contactó con el jefe de la Policía Local y recorrió con él la ciudad para ayudar a los afectados. «La corriente de la riada de agua turbia levantó las tapas de las alcantarillas, las comunicaciones se cayeron y no pudimos avisar a los vecinos por las redes sociales, la calle Constitución se bloqueó y quedamos incomunicados», detalla la alcaldesa.
Varios garajes se inundaron y se vivieron situaciones complejas. Como la de un vecino que, mientras se inundaba el sótano se metió en el ascensor, miró al cielo, pulsó el botón de subida y funcionó. «Fue tremendo», reconoce Lacalle que, superada la angustia inicial, se centró en gestionar. Había barro por todos lados y pocos equipos de limpieza. Recuerda que habló varias veces con la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, que tuvo el mismo estreno que ella. Cuatro unifamiliares de la calle de la Primera fueron desalojados por daños estructurales y tardaron mucho tiempo en poder regresar. También hubo cuantiosos daños en las empresas, y en tres de ellas se derrumbaron las cubiertas.
Lacalle ha pedido una reunión al Ministerio de Transporte de Óscar Puente para analizar los accesos a Cuarte desde la A-23, la Autovía Mudéjar. Un año después de la tormenta, su petición sigue sin respuesta.
También impulsó el plan de inundabilidad para saber cómo se comportó el agua el 6 de julio de 2023 y qué podría volver a ocurrir en los años venideros. «Para nosotros es muy importante esa información porque da ideas para actuar cuando se habla de unidades de nueva ejecución y obra nueva», señala. El documento está pendiente del visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Entre las medidas para mitigar los daños figura el uso de pavimentos filtrantes y medidas que permitan reconducir el cauce hacia el río.
Parcela junto al Marina Bescós
Una de las medidas prácticas se ha podido ver esta misma semana. El Ayuntamiento de Zaragoza ha cedido una parcela de 9.000 m2 a Cuarte de Huerva para mejorar el acceso al instituto Marina Bescós. «Aunque cartográficamente no figura en el cauce del barranco, el agua fue por ahí», indica la alcaldesa Lacalle. Por eso han decidido que se use la parcela como apeadero y descarga de vehículos que van al instituto y una zona deportiva. El objetivo es que «todo el proyecto vaya encauzado a que el agua acabe en el río sin causar destrozos».
«La corriente de agua turbia levantó las tapas de las alcantarillas, las comunicaciones se cayeron, la calle Constitución se bloqueó y quedamos incomunicados»