La posible repesca de Badía, pendiente de que el Elche tenga entrenador
El Zaragoza, que desde que acabó la liga siempre contó con la opción de renegociar la continuidad del portero el año que viene tras su cesión, no puede avanzar en ese flanco hasta que los ilicitanos se definan
ZARAGOZA. El peinado completo del mercado de porteros de Segunda División (libres o susceptibles de salir con facilidad de sus clubes), con el aderezo del nicho de negocio asequible de algunos equipos de Primera División que también van a prescindir de alguno y, como postre, el de guardametas de Primera RFEF que puedan tener el nivel suficiente para fichar por el Real Zaragoza está prácticamente completado a 19 de junio. Juan Carlos Cordero, el director deportivo, sabe desde hace tiempo que tiene un problema de primer orden por solucionar a la hora de recomponer la portería blanquilla: la portería.
En un epígrafe del plan de remodelación del puesto de porteros, donde es probable que deba haber hasta dos incorporaciones durante el verano (una es segura y, además, con vitola de titular), está escrito el nombre de Edgar Badía pese a que, tras su breve paso por el Real Zaragoza de apenas cuatro meses y unos días, tras llegar cedido en modo alarma en enero desde el Elche, regresó de inmediato el día 3 de este mes al sur de Alicante donde aún tiene un año más de contrato con los franjiverdes.
Del rastreo de porteros inicial se han extraído algunas opciones, que es necesario escrutar bien para no pifiarla como le pasó el año pasado, sin ir más lejos, al propio director deportivo, Juan Carlos Cordero, con sus apuestas Poussin y Rebollo (este, repescado del propio paso por el club zaragocista). Da respeto tener que elegir. El que no tiene pero tiene manzano.
Los nombres que todo el mundo maneja en el mercado por ser elementos de cambio se vinculan irremediablemente al Real Zaragoza, sabedores todos los agentes de la película de su necesidad: Soriano (Tenerife), Vaclik (Albacete), Cantero (Eibar), Femenías (Levante), Escandell (Las Palmas), Rivero (Valencia Mestalla)... sin descartar que la lista aumente.
Badía, en principio, se marchó a su casa al lado del Palmeral con escasas opciones de volver al Zaragoza. Por su salario alto con el Elche y porque el proyecto del club mediterráneo era una incógnita mayúscula tras su fracaso de temporada, 11º clasificado con el primer límite salarial de la categoría y es posible que pueda tener cabida con un nuevo técnico al frente allí. Es un portero veterano, de 32 años, con su singular morfología de 1,79/1,80 escasos de estatura... ese tipo de cuestiones que, en plena situación de emergencia en enero son secundarias pero que, cuando se trata de ejecutar una primera apuesta, ganan peso específico en la evaluación.
Mientras Cordero, a instancias de Víctor Fernández, trata de dar salida a Poussin y Rebollo, ambos con contrato en vigor pero desclasificados en el proyecto zaragocista que viene, hablar con el Elche en unos primeros trasteos por si Badía es al final la opción más aconsejable de todo el repertorio ofrecido y visto, es hoy una tarea con mucho de vacío.
El alborotado club alicantino no tiene todavía entrenador, una vez fue mandado a casa Sebastián Becacece, argentino. Y solo hace seis días que fichó un director deportivo, Chema Aragón (ex-Mirandés), que releva al finiquitado Sergio Mantecón.
Nada hay diseñado en el Elche. Todo puede caber todavía de cara al presente inmediato y el futuro. Clubes como el Real Zaragoza, el Cádiz, el Tenerife, el Granada... que puedan tener interés en algún futbolista ilicitano (el caso del lateral Clerc es otro, pues acaba contrato aunque tiene previsto seguir un año más allí por diferentes razones de peso de índole personal), se encuentran con una falta de solidez en la interlocución. Christian Bragarnik, propietario de la SAD, argentino, está a expensas de ocupar el banquillo para empezar a saber con concreción quién sigue y quién no en el vestuario. Lo ajenos, por ello, deben esperar.
En Elche, el también argentino Dituro, portero de confianza ‘made in Bragarnik’, es fijo en el elenco. Pero el segundo no está claro: puede ser San Román, puede ser Badía. El entrenador, junto al recién llegado director deportivo franjiverde, elegirá. O asesorará según su gusto. A fecha de hoy, el Elche es un receptor de mensajes congelado. Le falta una pieza capital para diseñar su plantel: el entrenador. Cualquiera que quiere tratar sobre algún jugador ilicitano debe esperar, por puro sentido común.
Entretanto, solo el lesionado Cristian Álvarez, en fase de convalecencia de una enésima lesión muscular, está subrayado como casi seguro miembro del vestuario zaragocista un año más, el 8º suyo, habrá que ver con qué rol.