El Gobierno critica ante BBVA la opa al Sabadell por los «efectos perjudiciales» para los clientes
Carlos Torres aclara ante el ministro Carlos Cuerpo que el impacto en la plantilla será limitado y lanza un guiño a las pymes con sus créditos a corto plazo
SANTANDER. Tono de mayor cordialidad, pero firmes en su guerra de argumentos. Gobierno y BBVA volvieron a verse ayer las caras en la inauguración de los cursos de verano que la APIE y la UIMP organizan esta semana en Santander, con el patrocinio del banco vasco. Ciudad a la que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el presidente de BBVA, Carlos Torres, aterrizaban a primera hora de la mañana en el mismo vuelo, pero en asientos separados. A pesar de las palabras amables que ambos se dedicaron –Cuerpo aludió a una «relación personal y estrecha» anterior a la opa sobre Sabadell– la tensión entre las partes sigue patente, con el ministro lanzando el primer dardo al mostrar su preocupación por el carácter hostil de la operación y los efectos «perjudiciales» que puede tener sobre los clientes y los progresos realizados en los últimos años en materia de inclusión financiera.
El titular de Economía recordó que el proceso de concentración bancaria de la última década en España ha generado una «falta de competencia» que tiene parte de culpa –junto al exceso de liquidez existente– del escaso interés de los bancos en trasladar el reciente ciclo de subidas de los tipos de interés al ahorro de sus clientes a través de los depósitos a la vista. «Nuestra preocupación por el riesgo de concentración no es tanto sobre un indicador de cuánta cuota representan los tres mayores bancos del país, sino por esa escasez de competencia en el sector» explicó, aludiendo tamde crecimiento para este año del 2% a un entorno que «estará más cerca del 2,5%», en línea con las previsiones que ya han mejorado otras instituciones como el FMI, el Banco de España y otros organismos privados. Las nuevas proyecciones, amparadas en un primer trimestre
más por ese ahorro a la vista». Guindos defendió de nuevo las fusiones transfronterizas entre entidades de distintos países. Pero también consideró que para que ese proceso tenga éxito, deben mejor de lo esperado gracias a la fortaleza del empleo y del sector exterior, se conocerán en julio, cuando se remita a Bruselas el informe de situación económica con el nuevo cuadro macro que sirva de guía para los próximos Presupuestos.
existir «entidades nacionales de tamaño adecuado». «No hay una regla fija, pero tiene que haber una dimensión mínima para capturar todas las ventajas de una operación así», indicó. En este punto, Torres coincidió –con Carlos Cuerpo sentado a su lado– en la necesidad de una «mayor escala para asegurar la competitividad en el sector financiero». Y, consciente de las preocupaciones del Gobierno, quiso dejar claro que esperarán al análisis de Competencia bajo el compromiso de «no abandonar ninguna población, barrio o lugar donde seamos relevantes para el tejido empresarial» si finalmente se lleva a cabo la fusión.
El banquero aprovechó su intervención en la inauguración del foro para mandar un mensaje de tranquilidad a las empresas clientes de la entidad presidida por Josep Oliu: «Nuestra visión de la importancia de las pymes es una de las razones de la oferta y queremos construir sobre el excelente trabajo realizado por Sabadell», indicó. Torres adelantó, de hecho, que la idea es trabajar con el modelo de gestión de riesgos en pymes del banco catalán tras la integración y, salvo situación de deterioro financiero, se comprometen a «mantener durante 12 meses las líneas de circulante de estas empresas».
Con esa premisa, el directivo se mostró confiado en el éxito de la fusión. Y en el caso de que no salga adelante –al tener que contar con el visto bueno del Gobierno– la opa «seguiría siendo atractiva» en términos de sinergias por la optimización de costes fijos generales y de tecnología.
BBVA recordó que esas sinergias no vendrán por el lado de los posibles recortes de plantilla que, en todo caso, tendrían «una dimensión menor» que en 2020, en el anterior intento de fusión, tras los ajustes ya acometidos por ambas entidades en los últimos años.