Los Veintisiete ultiman el reparto de altos cargos de la UE con Von der Leyen de favorita
Se reúnen con intención de cerrar los ‘top jobs’ de cara a la próxima cumbre y con la alemana como clara preferida
BRUSELAS. Cada cinco años, Europa elige a los políticos que ocuparán los puestos de responsabilidad de sus instituciones. Se trata de una decisión que debe guardar un equilibrio entre el resultado de las urnas, las familias políticas y los Estados miembros. Los líderes de los Veintisiete se reunieron ayer en Bruselas para celebrar una cena informal donde, junto al menú, estaban desplegadas todas las cartas sobre la mesa: la candidatura de Ursula von der Leyen para la presidencia de la Comisión Europea; la del ex primer ministro portugués António Costa para el Consejo; la de la maltesa Roberta Metsola para la Eurocámara; y la de la primera ministra estonia, Kaja Kallas, para Alto Representante de la Política Exterior de la Unión Europea.
La lista de nombres venía trabajada y se esperaba un consenso durante la pasada madrugada. Aunque no se puede tomar una decisión formal, la cena debía servir para acercar posturas y cerrar un «acuerdo político» de cara a la cumbre de la semana que viene, del 27 y 28 de junio.
Se trata del primer encuentro de los negociadores tras las elecciones europeas, en las que el Partido Popular Europeo (EPP) salió victorioso, pero la Gran Coalición de populares, socialistas y liberales perdió apoyos. Tras un primer encuentro con los representantes de las instituciones comunitarias, los negociadores de las familias políticas se reunieron para intercambiar impresiones. Por pare de los populares el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis y el polaco Donald Tusk; los socialistas eligieron al canciller alemán Olaf Scholz y el presidente español, Pedro Sánchez; y los liberales, el belga Alexander De Croo y el francés Emmanuel Macron.
Para Mitsotakis la conclusión es clara: «El EPP ha ganado las elecciones y Von der Leyen es muy buena presidenta de la Comisión Europea». El primer ministro irlandés, Simon Harris, también pidió un reparto «equilibrado» que «refleje el resultado de las elecciones europeas».
Aunque no desveló a quién apoyará, el neerlandés Mark Rutte aseguró que Von der Leyen «es una excelente candidata» y que habrá que ver todos los nombres. Y es que la nominación de la política alemana va unida a la del resto de altos cargos comunitarios, en un complejo equilibrio político y geográfico. Especulando sobre cuándo se logrará el reparto de cargos, Rutte se mostró «optimista» y bromeó con que esperaba que concluyera para las nueve de la noche.
Candidatos consolidados
Por su parte, el portugués Luís
Montenegro aseguró a su entrada que estaba «confiado» en que la candidatura de Costa «llegará a buen puerto». La líder italiana, Giorgia Meloni, no hizo declaraciones a su llegada, pero el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, fue uno de los pocos que expresaron dudas sobre la nominación de Costa. Aseguró que existen dudas dentro del EPP sobre su elección, por «no ser lo suficientemente firme respecto a Ucrania» y sugirió como alternativa al ex primer ministro italiano Enrico Letta.
Fuentes de la delegación española destacaron que el nombre ha puesto sobre la mesa el nombre de Elisabetta Belloni, exresponsable de los servicios de Inteligencia, como aspirante a ser la comisaria de ese departamento del que tan pendiente está la industria armamentística por la guerra en Ucrania. de Costa «está bastante consolidado» y subrayaron que se trata de un «candidato óptimo» para mantener el equilibrio regional dentro de las instituciones.
No fue el único candidato que generó dudas. El representante eslovaco Peter Pellegrini –en sustitución del primer ministro Robert Fico, tras el ataque que sufrió– mostró ciertas reservas hacia perfiles que «generan más tensión» con Rusia.
Las tres fuerzas –populares, socialistas y liberales– quieren repetir la fórmula de la Gran Coalición que ha regido estos últimos cinco años. Y son conscientes de que para lograrlo las tres fuerzas son necesarias, independientemente del número de escaños. Tras la amplia victoria del EPP en las elecciones europeas con 190 escaños, sin embargo, no es de extrañar que los populares exijan una mayor representación en las instituciones. En ese sentido, podrían tratar de negociar un reparto de la presidencia del Consejo Europeo, con dos mandatos de dos años y medio, una práctica consolidada en la presidencia de la Eurocámara, pero no así en la del Consejo.
Fuentes de la delegación española confiaron ayer en que se imponga la «sensación de urgencia» entre los líderes y que se logre un acuerdo que permita renovar la cúpula de la UE este mismo mes. La danesa Mette Frederiksen hizo alusión a esa urgencia y aseguró que «necesitamos una decisión rápida ante los retos que hay en el mundo» y defendió «un liderazgo fuerte de la UE». Del mismo modo, señaló que Von der Leyen ha hecho «un gran trabajo» al frente de la Comisión Europea.
Encima de la mesa de negociación se situaron los principales cargos, pero fuera de la cena quedarán otros cargos como vicepresidencias podrían dificultar el diálogo, pero acabarán de configurar el complejo puzzle de las instituciones.
En la pasada legislatura los populares se hicieron con la presidencia de la Comisión Europea, los socialistas con la de la Eurocámara –con el fallecido David Sassoli– y los liberales con el Consejo Europeo, donde colocaron al ex primer ministro belga, Charles Michel.