Una nueva voz, y con premio, Alejandro Bona
Alejandro Bona Ester. Olifante Ediciones de Poesía. II Premio Internacional de Poesía Joven ‘Ángel Guinda’, 2024. Zaragoza, 2024. 80 páginas.
Breviario del frío’ es la obra con la que el poeta zaragozano Alejandro Bona Ester (Zaragoza, 1999) ha conseguido ganar el II Premio Internacional de Poesía Joven ‘Ángel Guinda’, un debut literario publicado en Olifante Ediciones de Poesía, bajo la colección Aiseúl, dedicada a las obras galardonadas con este premio.
Estructurado en seis partes diferentes, aunque complementarias entre sí, el poeta nos adentra en un viaje guiado por la memoria, sus palabras avanzan desde el desarraigo hasta el amor y atraviesan un verso libre y personal, que evidencia su uso identitario del metalenguaje, pues solo en la palabra fría del silencio, es donde el poeta logra reconocerse.
Alejandro Bona es capaz de mimetizar el vacío, el paso del tiempo o la ausencia con el propio acto poético, un estado de conciencia donde el silencio y el frío, abren un camino dentro del poeta capaz de guiarle hasta «los claustros de la memoria». «No me encuentro en lo que me queda», nos dice, el poeta se encuentra en el poema, en los libros, «los únicos que hacen frente a este mundo deshabitado». Apreciamos un dolor, una ausencia, el poeta se pregunta «cuál de todas mis vidas perdí», estamos ante el reconocimiento de una herida, único momento en el que somos capaces de despertar de «allí donde duermen todos los mitos» y «se hacen carne las certezas».
El silencio: voz que nos habla
Nos encontramos ante un poemario que emerge de las gélidas sombras de la noche y mastica el intrínseco silencio de la metáfora: «Te entrego una ventana de horizontes alcanzados / mientras regresan las sombras a mi casa / masticando unos susurros de losas sin muerte», el poeta evoca con sus versos a «la selva que duerme en los ojos», al hálito desterrado de la memoria, a ese frío que «se abre palabra / como una semilla indecisa / en la hondura virgen de la noche».
Siguiendo los pasos del propio Ángel Guinda en sus reconocidos versos: «Si me quitan la palabra escribiré con el silencio. / Si me quitan la luz escribiré en tinieblas», Alejandro Bona nos asegura que «no sirve la vida hasta que no llega el silencio», el silencio descrito como la única voz que nos habla, «solo con la palabra fría», nos dice el poeta refiriéndose al silencio, «se consiguen descifrar los glaciares». Es necesario retomar los caminos de la palabra para «traducir la nocturnidad», la verdad del ser humano se encuentra «entre el relámpago y la página», es en el frío, en el silencio y las sombras «donde uno ha de abandonar el camino / para retomarlo / y deshacer el nombre de las cosas / para poseerlas».
Un canto al exilio y al deseo de arraigo, donde el poeta defiende que «el silencio es el mapa de la vida», pues solo destripando el frío de la realidad y sumergiéndonos en su dolor, seremos capaces de encontrarnos en el poema, «habitar un paso más allá de los limites de las palabras» donde «el tiempo revela esa bruma que pulsa los signos y un nombre/ que no existe».
Este es un libro que emerge de las gélidas sombras de la noche y mastica el silencio de la metáfora