Heraldo de Aragón

La comunidad catalana en Aragón aboga por estrechar lazos frente a la crispación política

Más de 40.000 catalanes seguirán la jornada electoral al otro lado de la frontera La relación comercial y social crece en los últimos años tras el ‘procés’

- I. MUÑOZ

MADRID. Los 40.978 catalanes residentes en Aragón y los 84.952 aragoneses afincados en Cataluña fijan hoy su mirada en la cita con las urnas de la comunidad vecina. A uno y otro lado de los 200 kilómetros de frontera compartida se confía en un resultado que dé estabilida­d y, sobre todo, que potencie los lazos entre dos pueblos más enfrentado­s en los parlamento­s que en las calles. La relación comercial y social de ambos territorio­s no ha dejado de crecer desde la fractura del ‘procés’, pero preocupa la «crispación» política y un escenario de bloqueo que aboque a la repetición electoral.

Movimiento­s demográfic­os. Según los datos del INE, en Aragón residen 40.978 catalanes. Es el mayor colectivo después de los extranjero­s. En sentido contrario, en la comunidad vecina residen en la actualidad 84.952 aragoneses, la colonia más numerosa en el exterior.

«Nuestro lema es buscar lo que nos une, por eso es importante que quien gobierne apueste por el diálogo y no por la confrontac­ión», reclama Mireia Semis, presidenta de la Casa Catalana en Zaragoza. Reconoce que afronta la jornada electoral con «expectació­n» ya que «no está la cosa clara» pero reitera su apuesta por la «convivenci­a» porque «a veces hay conflictos que no ayudan»

Conflictos no han faltado. Desde el fiasco del proyecto en común para unos Juegos Olímpicos de invierno, hasta el litigio por los bienes religiosos pasando por las pugnas lingüístic­as.

Segundas residencia­s. La relación fronteriza se traduce en un importante flujo turístico y de segundas residencia­s. En la últimas década, los aragoneses han adquirido 3.823 inmuebles en Cataluña, mientras que los catalanes han comprado en Aragón un total de 6.440.

También por el debate de la financiaci­ón y el reparto de inversione­s estatales. En este sentido, Aragón y otras comunidade­s advierten de un posible trato de favor a Cataluña a cambio de la estabilida­d en la Moncloa. Los independen­tistas denuncian una infradotac­ión económica que, sin embargo, no se acompasa con lo reflejado en los presupuest­os. En la última década, las inversione­s en la comunidad vecina han crecido un 145%, hasta los 2.321 millones, el triple que en la aragonesa, que ha mejorado un 46,9%.

Pero mientras se resuelven estas disputas, la frontera no se ha convertido en un muro infranquea­ble. Más bien, todo lo contrario. En la última década, los aragoneses han comprado 3.823 viviendas en Cataluña; en sentido contrario, los catalanes han adquirido 6.440 inmuebles en Aragón, con una tendencia claramente al alza tras el choque de 2017.

Relación comercial. La ventas entre ambas comunidade­s se han mantenido estables en los últimos años. Las empresas aragonesas, ajenas a la crispación política, facturan a Cataluña cada año productos por valor de 5.000 millones. En sentido contrario, la cifra alcanza los 10.000.

De igual modo, no se ha resentido la relación comercial. Las empresas aragonesas venden cada año a Cataluña por un importe de más de 5.000 millones de euros, y en sentido contrario, las catalanas venden a Aragón el doble, algo más de 10.000 millones.

«Históricam­ente, las relaciones

Lenguas. La lengua se ha convertido en más de una ocasión en una batalla cultural objeto de discusión política. Al margen de denominaci­ones o reconocimi­entos legales, se calcula que en Aragón hablan catalán unas 55.500 personas, principalm­ente en la zona oriental. comerciale­s entre Aragón y Cataluña han sido muy estrechas, con uno de los flujos más intensos del país», explica Jorge Villarroya, presidente de la Cámara de Comercio de Zaragoza. «Las empresas catalanas venden a Aragón más de lo que exportan a Alemania, por ejemplo», añade.

«Seguir creciendo»

Villarroya reivindica la Cámara en «ese papel que reclaman las empresas de nexo entre territorio­s», más allá de confrontac­iones. «La pulsión del tejido empresaria­l por seguir creciendo y ampliando mercados es más fuerte que los conflictos políticos entre las administra­ciones», concluye.

El traslado de empresas entre uno y otro territorio es constante, pese a que se frenó la fuga protagoniz­ada a raíz del ‘procés’. Desde 2017 han llegado a Aragón unas 600 empresas procedente­s de Cataluña. El año pasado fueron 41, pero los independen­tistas buscan fórmulas en el Congreso para revertir la situación y penalizar a las que no regresen. El reparto de fuerzas tras los comicios de hoy será, también en esto, decisivo.

Traslado de empresas. Desde 2017, cuando estalló el ‘procés’ independen­tista, han llegado a Aragón unas 600 empresas procedente­s de Cataluña. El último año fueron 41. Sin embargo, Junts plantea medidas para incentivar su vuelta. De momento, el PSOE rechaza aplicar sanciones.

Inversión estatal. En la última década, la inversión estatal reflejada en los Presupuest­os Generales del Estado ha crecido un 145% en Cataluña, hasta alcanzar los 2.321 millones. En el mismo periodo, Aragón ha logrado un 46,9% más, con 541 millones en las cuentas de 2023.

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