SOLIDARIDAD CON
La empresa Foodi Bev ha donado 10.000 cascos de moto a diversos países de África, continente que supone gran parte de la cuota de mercado de sus bebidas energéticas
Desde hace una década, Double Seven es la bebida energética de origen aragonés que calma la sed en lugares como el Caribe o gran parte de África. Detrás de esta marca se encuentra Foodi Bev, fundada por Sébastien Defewe con el objetivo de comercializar sus propias marcas. «Hasta entonces trabajaba como representante de grandes marcas tratando de introducirlas en esos mercados, pero llegó el momento en el que necesitaba un soporte para crear y comercializar nuestros propios productos», apunta Defewe.
La empresa, presente en 94 países, firmaba en 2023 el segundo mejor año de su historia con una facturación de 80 millones de euros en un complejo contexto de incremento de costes de materias primas y conflictos, mucho más cuando la mayor parte de su mercado se encuentra en África, continente con un público muy sensible al precio debido a su poder adquisitivo. «En los últimos años ha habido golpes de Estado en al menos seis países en los que comercializamos nuestros productos», indica el creador y director general de Foodi Bev.
No obstante, según apuntan desde la compañía, el mercado africano ha registrado en 2023 un incremento superior al 10% en volumen de ventas con respecto al ejercicio anterior. «Esto no solo evidencia la expansión del mercado de bebidas listas para consumir, sino que también pone de manifiesto que las bebidas
África nos da de comer Aunque como reconocen desde la empresa «África nos da de comer», el continente es mucho más que un nicho de mercado. Por ello, recientemente Foodi Bev ha lanzado una campaña de seguridad vial consistente en la donación gratuita de 10.000 cascos de moto en diversos países. «Allí no hay muchos coches, pero sí gran cantidad de motos y en muchos países empiezan a tomarse en serio el asunto de la seguridad vial y están implantando algunas normativas, como la del uso del casco», indica Defawe, que apostilla que «en algunos países como Costa de Marfil, algunos de los cascos los está usando la policía, porque ni siquiera ellos tenían estos elementos».
«Hemos querido apostar por una iniciativa así ya que cada vez son más las reglamentaciones que obligan a llevar casco, una medida de seguridad vital para reducir el riesgo de lesiones graves en caso de accidente», añade. Además, se trata de una norma «difícil de cumplir para una gran parte de la población debido al elevado precio de estos elementos en países con un salario medio significativamente más bajo que en Europa». Esta no es la primera iniciativa solidaria del fabricante aragonés de bebidas. Foodi Bev ya ha construido pozos de agua o canalizaciones en diversos países como Mali.
Foodi Bev International cuenta con un profundo conocimiento de los mercados internacionales, la logística, los trámites aduaneros y de importación. Lo que ha permitido llegar a unas ventas de más de 6.000 contenedores al año. Perteneciente al grupo Nanumea Food, ha desarrollado más de una veintena de marcas de bebidas, zumos, vinos y productos lácteos, entre otros.