Los tambores del Descendimiento toman la plaza Mayor de Madrid
ZARAGOZA. La ‘tamborrada’ de Resurrección en la plaza Mayor de Madrid, en la que participó la cofradía del Descendimiento de la Cruz y Lágrimas de Nuestra Señora de Zaragoza, puso ayer el punto final a la celebración de la Semana Santa 2024 en la capital. A pesar de la lluvia y del frío, acudieron centenares de personas y decenas de autoridades, entre otras, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y su homólogo de Madrid, José Luis Martínez Almeida. Ambos se unieron a los cofrades para tocar dos marchas finales, ‘Botellín’ y ‘Valdemosa’, no sin algunas dificultades por parte del regidor madrileño, que reveló ante las sonrisas del respetable que es «arrítmico».
Instaurada hace 28 años como acto de la Semana Santa madrileña, la tamborrada está organizada por la congregación de Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo, que cada año invita a una cofradía aragonesa a participar con sus tambores. La tarde del sábado, los hermanos del Descendimiento también participaron en un acto en la iglesia madrileña de la Concepción Real de Calatrava, al que –por sorpresa– acudió la Familia Real. El rey Felipe VI se acercó momentáneamente a hablar con los cofrades zaragozanos y la hermandad agradeció ayer el gesto en sus redes sociales. «La Casa Real ha acudido por sorpresa y nos ha atendido con la amabilidad que les caracteriza. Desde aquí agradecemos su presencia». Doña Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía también pudieron escuchar durante unos minutos, hasta que comenzó a arreciar la lluvia, los redobles aragoneses.