El Consejo Aragonés de la Juventud celebra su primera asamblea
ZARAGOZA. La primera asamblea del Consejo Aragonés de la Juventud se celebró ayer en la sede del Instituto Aragonés de la Juventud en Zaragoza. Así, unos 60 jóvenes de las tres provincias se comprometieron a abordar las necesidades, preocupaciones y aspiraciones del colectivo.
La encargada de clausurar la sesión fue la directora gerente del IAJ, Cristina Navarro, que animó a todos los participantes a «construir espacios de encuentro, a participar y hacerse oír».
«Desde el primer día tuvimos claro que debíamos apoyar al Consejo Aragonés de la Juventud», afirmó la responsable del IAJ, convencida de que es un órgano fundamental para actuar como un enlace entre los jóvenes y el Gobierno de Aragón.
También para llevar a cabo, de forma conjunta, «acciones que sean realmente interesantes y útiles para los jóvenes de nuestra comunidad», apuntó Navarro, una prioridad que aseguraron compartir los representantes del Consejo.
«El IAJ es vuestra casa y tenéis sus puertas abiertas», continuó Navarro, «porque no es ni va a ser un organismo opaco o inaccesible, sino todo lo contrario». Además de aportar una subvención para sostener el trabajo del CAJ, el IAJ también colabora con este organismo a través de la cesión de espacios para que puedan llevar a cabo proyectos, iniciativas y reuniones.
«Este Consejo debe escuchar y dar amparo y cobertura a las necesidades de la población joven de todo Aragón», explicó Cristina Navarro, que se refirió al Consejo Aragonés de la Juventud como un «instrumento fundamental para abordar las políticas» de este grupo y animó a los asistentes a impulsar un debate sano y a abrirse a todo tipo de entidades y sensibilidades, con especial atención a las voces del territorio.
En este punto, resaltó el papel clave del asociacionismo juvenil, puesto que el tejido asociativo incentiva la participación colectiva, permite el arraigo, facilita la socialización e impacta en la transformación del entorno.
Una de las labores fundamentales del Consejo Aragonés de la Juventud es dar soporte a las entidades juveniles y representar al colectivo en todo debate que incluya los temas que les preocupan.
De ese modo pueden contribuir a diseñar políticas públicas que den respuestas a las necesidades, demandas y aspiraciones de los jóvenes en las tres provincias sobre la emancipación, la vivienda, el ocio y la formación, el medio ambiente, la movilidad o el bienestar emocional, entre otras muchas cuestiones.