Acciona construirá el último tramo pendiente de la A-23 por 101 millones
Las obras entre Lanave y Sabiñánigo arrancarán en verano y deberán acabarse en cinco años La alcaldesa destaca la importancia del proyecto para la economía local
HUESCA. La multinacional española Acciona construirá los últimos 8 kilómetros de la A-23 entre Lanave y Sabiñánigo. Un cuello de botella entre dos tramos ya desdoblados que genera atascos cada vez que hay un puente festivo o en períodos de temporada alta turística por el flujo de visitantes que tiene el Pirineo más occidental.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha otorgado a Acciona la mayor puntuación (99,81) en el concurso para la terminación de la A-23 entre las 13 empresas que pujaron. Muy cerca se quedó Sacyr (94,57).
Cuatro licitadoras fueron excluidas en la última fase por presentar propuestas económicas consideradas como temerarias sobre el precio de licitación (115,2 millones IVA incluido). Acciona fue precisamente la que marcó el límite con un 12,41% de baja al ofertar 83,4 millones, que con el IVA alcanza los 101 millones.
El Ministerio espera iniciar las obras en junio y dado que el plazo de ejecución son 59 meses (casi cinco años), deberán estar acabadas a mediados de 2029. Según las previsiones, este año se invertirán 1,7 millones de euros y a partir de 2025 se acelerará el gasto con 20 millones para ese año, 26,9 para 2026, 22,3 para 2027, 22 para 2028 y 22,3 para 2029.
La alcaldesa de Sabiñánigo, Berta Fernández (PSOE), se felicita del pronto inicio de las obras de este último tramo que afecta a su municipio ya que tanto Lanave como Hostal de Ipiés están en su término. Y reconoce la urgencia del desdoblamiento «para la seguridad de todos los usuarios de la vía, pero muy especialmente para los vecinos del municipio y todo el transporte de mercancías de nuestras empresas que utilizan esta carretera día a día».
Y es que pese a que lo más «mediático» sean las retenciones que se producen sobre todo los domingos y en la temporada de esquí porque, subraya Fernández, «todo el mundo vuelve a la misma hora», también insiste en la importancia que tiene esta vía de comunicación para la economía de Sabiñánigo «porque tenemos mucha industria que exporta toda su producción y lógicamente importa materias primas».
El inicio de la construcción del tramo Lanave-Sabiñánigo coincidirá con la última fase de la variante de 8,6 km. La alcaldesa destaca que estas últimas obras comenzaron con mucho impulso, pero la crisis energética disparó los precios de los materiales y el ritmo se vio «resentido», aunque ya ha recuperado la normalidad y confía en que estén finalizadas en 2025.
Fernández lamenta el retraso de la A-23 pero también recuerda que los contratos se tuvieron que rescindir por la crisis de 2008 y durante varios años estuvieron paralizados «con el PP en el Gobierno». «Esperemos que ahora se cumplan los plazos», desea.
Para completar el eje HuescaJaca-Pamplona habrá que esperar al menos hasta 2030 ya que todavía quedan pendientes los 8 km de la variante de Jaca, cuyo proyecto se está actualizando; los 11,6 km de Fago-Puente la Reina, también en revisión; y los 6,6 km de Sigüés-Tiermas, que podrían estar a finales de este 2024.