La grada se harta de Sophia y los suyos
● El partido ante el campeón se convierte en el vivo ejemplo de que la hinchada no quiere a estos dirigentes
Dos novedades de alcance marcaron las horas previas al esperado Granada-Real Madrid de este sábado. La primera, el descenso matemático del equipo por el triunfo del Mallorca ante Las Palmas unas horas antes de la disputa del choque en el Nuevo Los Cármenes. La segunda, provocada por ese descenso matemático, una carta de la presidenta del club, Sophia Yang, dirigida a los aficionados rojiblancos en la que pedía perdón por los errores cometidos, reconocía el no haber alcanzado los objetivos y prometía trabajar lo máximo posible para regresar a la elite.
Ninguno de estos acontecimientos varió la protesta prevista por parte de los aficionados en el choque ante el Real Madrid. El descenso consumado, si cabe, dio aún más la razón a esos que promovieron la queja, que no sólo viene por la situación deportiva de la entidad sino por todo lo que genera, o no genera, este discutido grupo de dirigentes. La carta de Yang, llena de tópicos y vacía de sentimientos, lejos de calmar los ánimos, los encrespó aún más.
Un ejemplo es el recibimiento al bus del equipo, con patadas incluidas por parte de algunos hinchas. Un seguidor, incluso, fue reducido e identificado por la Policía Nacional al incumplir la ley y mostrar una bengala.
Como era de esperar, el Granada hizo el pasillo al campeón Real Madrid en la salida de ambos equipos al terreno de juego. Ese era el momento esperado para la primera pitada, aunque ésta se produjo antes, cuando Yang, Aranguren y los suyos ocuparon su sitio en el palco antes incluso de que saltaran los equipos al terreno de juego.
Con el lema Vuestro el club, nuestro el escudo, la protesta siguió tras el himno, con los primeros gritos de “directiva dimisión” y una pancarta doble en el fondo de animación que rezaba
“Te haremos volver otra vez’.
En un Nuevo Los Cármenes con camisetas blancas del Real Madrid, sobre todo en la chavalería, pero con muchos más motivos rojiblancos, hubo cánticos como en un partido normal, pero también nuevas protestas, no siendo muy diferentes estas a las de los encuentros pasados.
En el minuto 31 de cada tiempo, como rezaba la convocatoria hecha a través de redes sociales, volvió el “directiva dimisión” acompañado de un “Sophia vete ya” dirigido directamente a la presidenta.
Los gritos, pese al silencio de la grada de animación durante toda la segunda parte, se repitieron en el final del partido, una vez que el árbitro pitó el final y se terminó el himno que la grada pone a sonido atronador para tratar de acallar las críticas.
Los jugadores aguantaron estoicos hasta el final en el terreno de juego aunque el centro de la ira de l os abonados no eran ellos, sino los dirigentes que estaban en el palco, con Yang, Aranguren y García Amado como principales caras en el punto de mira de las dianas.
Contundentes protestas contra la directiva en diferentes momentos del partido