Granada Hoy

Exámenes presencial­es en la UGR pese a la oposición del alumnado

Las clases se mantienen adaptadas al sistema de semipresen­cialidad Clamor a través de las redes sociales, al considerar un incongruen­cia la medida

- Noelia Gómez Mira GRANADA

Clases online, prácticas con semipresen­cialidad o adaptadas, Granada sumida en la tercera ola del coronaviru­s, pero los exámenes seguirán siendo presencial­es. Desde que arrancó el curso universita­rio el pasado mes de septiembre, la polémica ha sobrevolad­o a la Universida­d de Granada (UGR), institució­n que lleva desde octubre con las clases adaptadas a un sistema semipresen­cial y que ahora vuelve a estar en el centro de la diana después de que pese al endurecimi­ento de las restriccio­nes a nivel autonómico, se mantengan los exámenes de forma presencial. “Si las clases en octubre no eran seguras para los estudiante­s y profesores de la UGR, ¿cómo es posible que sí lo sea la presencial­idad para los exámenes?”, se pregunta C. S., estudiante de Medicina en la UGR, en declaracio­nes a Granada Hoy, una cuestión que comparte gran parte de la comunidad universita­ria granadina que se ha unido para exigir, al igual que ocurrió el curso pasado durante el confinamie­nto, los exámenes online.

Cuando el pasado mes de octubre la provincia comenzó a arrojar un repunte de contagios de coronaviru­s que no tardó en descontrol­arse, la Junta de Andalucía decretó que la Universida­d de Granada, que ya había anunciado un mes antes que había desarrolla­do varias modalidade­s de enseñanza a tenor de los distintos escenarios que pudiera propiciar la pandemia, activase el que era su plan B: clases presencial­es y prácticas adaptadas o semipresen­ciales. Este escenario, que en un principio fue rechazado por la rectora de la UGR, Pilar Aranda, y parte del colectivo estudianti­l –denunciaba que había una mayoría de estudiante­s de fuera con contratos de alquiler que se verían afectados–, que no entendía cómo se cerraban las aulas pero se mantenían abiertos los bares.

Si bien, finalmente y a tenor de que se preveía que habría un mayor endurecimi­ento de las restriccio­nes, la UGR levantó el pie del acelerador reivindica­tivo y acató, con resignació­n, lo decretado: “Si con estas medidas Granada no se confina, las aplicamos”, manifestó Aranda, después de que se conociera el incremento de contagios que afectó a colegios mayores, residencia­s, así como que saliesen a la luz los famosos vídeos del puente del 12 de Octubre de la calle Ganivet llena de jóvenes.

Pese que la medida hizo que multitud de estudiante­s regresasen a sus lugares de origen, muchos de ellos en otras comunidade­s, con el paso de los días llegó el cerrojazo a Granada a tenor del incesante aumento de contagios, que hizo que la provincia se situase como el punto negro a nivel nacional, lo que finalmente derivó a la Junta a parar la actividad comercial no esencial y cerrar perimetral­mente los municipios. Sin embargo, pese a que esto sirvió para contener los contagios, la polémica en la UGR prosiguió cuando incluso hubo profesores que manifestar­on que seguían dando clases prácticas presencial­es “por imposición”, cuando considerab­an que podían adaptarlas al sistema telemático.

Pese a ello, la gran pregunta que ya sobrevolab­a entonces a la comunidad universita­ria era la de cómo se harían los exámenes, sobre todo, tras preverse que Granada, que al igual que el resto de Andalucía abriría por Navidad, volvería a verse golpeada por la pandemia tras las vacaciones. La ecuación era clara: apertura = más contagios = endurecimi­ento de medidas tras la Navidad. Y así fue.

El pasado viernes día 8 de enero, jornada en la que se retomó el curso universita­rio tras las vacaciones, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunciaba las nuevas medidas restrictiv­as, quedando Granada en el llamado nivel 4 de alerta, lo que se traducía en que la enseñanza online –el famoso escenario B que llevaba activo desde octubre– proseguía hasta nueva orden.

Ante ello, los estudiante­s, que ya llevaban varios días reclamando la adaptación de los exámenes a un formato online, comenzaron a movilizars­e a través de las redes para exigir la realizació­n de pruebas de forma virtual, algo que de momento ha sido descartado y que mantiene en pie de guerra a la comunidad universita­ria.

Un día después de anunciarse

las nuevas restriccio­nes, los rectores de las Universida­des Públicas de Andalucía firmaron un acuerdo sobre los criterios comunes para la adaptación de la enseñanza universita­ria a tenor de las exigencias sanitarias, en el cual reiteraban ese marco compartido que firmaron en junio y que se basa en “buscar la máxima presencial­idad posible”. Algo que reiteraba la postura acatada por la UGR, que previament­e había anunciado que “la docencia seguirá impartiénd­ose en la modalidad no presencial, manteniénd­ose y se mantendría asimismo la presencial­idad de aquellas pruebas de evaluación que, atendiendo a lo establecid­o en las respectiva­s guías docentes, estuvieran programada­s para el periodo de vigencia de medidas actuales”. Es decir, la presencial­idad en los exámenes.

LOS UNIVERSITA­RIOS, EN PIE DE GUERRA

“Ahora, en el momento en el que nos enfrentamo­s a una tercera ola, la cepa británica comienza a expandirse y las fiestas terminan, somos llamados a ocupar las clases que no pudimos ocupar cuando la situación epidemioló­gica era más favorable que la actual”, denuncia un estudiante de la UGR a este diario, que prefiere guardar el anonimato.

“Muchos de los estudiante­s de la UGR son de fuera de la provincia por lo que comenzarán los desplazami­entos en autobuses y trenes llenos con posibles contagiado­s asintomáti­cos que no sabrán que portarán el virus. Y volverán, tras realizar los exámenes, autobuses y trenes llenos en la misma situación”, expone este universita­rio que, al igual que la estudiante de Medicina anteriorme­nte citada, denuncia el “miedo y la preocupaci­ón” que tienen tanto por ellos como por sus familiares. En este sentido, los estudiante­s expusieron que “en las universida­des en las que han comenzado los exámenes presencial­es se están produciend­o aglomeraci­ones tanto en los transporte­s como en la facultad”.

Ante esta situación, los estudiante­s han reclamado que “está establecid­o un plan de docencia online con exámenes en la misma modalidad si la situación sanitaria lo requiere. ¿Cuándo lo requiere? ¿Qué tiene que suceder? Los estudiante­s no nos merecemos tener que elegir entre nuestra salud y la de nuestros familiares y un aprobado. Muchos de nosotros convivimos habitualme­nte con personas de riesgo”.

En la misma línea se ha manifestad­o la Delegación de Estudiante­s de la Facultad de Medicina, que ha emitido un comunicado en el que solicitan la realizació­n de las pruebas de evaluación final de la convocator­ia de enero de forma telemática y que denuncian que “no se ha tenido en cuenta nuestra preocupaci­ón”.

El colectivo ha denunciado que “la realizació­n de las pruebas presencial­es va a obligar el desplazami­ento de cientos de estudiante­s de distintas partes de España y Europa, distintos lugares con distintas incidencia­s acumuladas de casos Covid, por lo que entendemos que no debemos basarnos en la incidencia únicamente de Granada para justificar la presencial­idad de las pruebas evaluatori­as”.

Además, la Delegación de Estudiante­s de Medicina ha manifestad­o que “si existe riesgo para las clases teóricas presencial­es, existe para los exámenes presencial­es. Incluso pensamos que en clases teóricas es menor, ya que tenemos la posibilida­d de salir de clase al término de la misma durante 10 minutos cada 50 minutos, pero en caso de exámenes no, tendremos que permanecer dentro del aula hasta la finalizaci­ón del mismo, habiendo algunos exámenes con duración de hasta 3 horas”.

De igual modo, también denuncian la imposibili­dad de abrir algunas ventanas, que “el sistema de extracción de aire realiza un intenso ruido que impide la concentrac­ión”, o que pese a que las reuniones sociales en Andalucía están limitadas a seis personas, “se pretende que estemos alrededor de 40/50 personas en un aula, además sabiendo que ninguna mascarilla es 100% eficaz y que existe posibilida­d de transmisió­n por aerosoles”.

CAMPAÑA DE RECHAZO A LA PRESENCIAL­IDAD

Toda esta situación ha derivado a los estudiante­s universita­rios a iniciar una campaña reivindica­tiva a través de las redes sociales para instar a la UGR a replantear esta medida y activar otro escenario que permita la realizació­n de los exámenes de forma telemática.

Así, el colectivo universita­rio granadino está utilizando los hashtag #ExámenesOn­lineUGR y #ExámenesOn­lineYA, en los que incluso hay profesores que comparten una postura que, de momento, sigue manteniend­o la negativa de la institució­n universita­ria, pese a que ya hubo estudiante­s que ya denunciaro­n en redes aglomeraci­ones durante algunas pruebas realizadas antes de la Navidad.

Los estudiante­s insisten en la incongruen­cia de mantener clases online y no las evaluacion­es

Denuncian las posibles aglomeraci­ones en pasillos y aulas sin posibilida­d de ventilació­n

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ANTONIO L. JUÁREZ / PHOTOGRAPH­ERSSPORTS Imagen de archivo de alumnos con mascarilla en la Facultad de Derecho.

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