LA BURBUJA DE LOS 'INFLUENCERS'
está a punto de estallar". La frase ha sido repetida prácticamente desde el nacimiento de esta figura digital, pero la realidad es que a día de hoy está lejos de ser cierta. Los líderes de opinión han existiexisti do toda la vida; sin embargo, embar con el desarrollo de internet estos líderes han pasado a conocerse como influencers y el volumen de su altavoz se ha visto multiplicado de manera exponencial. "El ha conseguido que la moda sea más accesible a las masas con un simple clic, permitiendo a la gente tanto inspirarse como comprar desde sus teléfonos", comenta a GQ el influencer y diseñador Carlo Sestini. Prueba de ello son los números que muchos echan en falta a la hora de hablar de estos creadores de conteconte nido que han cambiado los mecanismos de la moda a la velocidad del rayo. Según el estuestu dio de la consultora Bain & Company, Company en 2025 los millennials representarán el 40% de los clientes del mercado del lujo, y esta nueva generación compra de manera diferente: el 70% de las adquisiciones se realiza tras, al menos, una interacción en redes sociales con la marca (ya sea directa o indirecta a través de uno de estos influencers). Sin embargo, esta "generación de la crisis" de 2008 –que se inventó nuevas formas de comunicación y trabajo– arrastra el estigma del descrédito desde su nacimiento. Se le ha acusado de no estar lo suficientemente formada y de ser una amenaza para los altavoces y medios de comunicación tradicionales: "Es cierto que todavía existe mucha gente que no entiende que hay nuevas maneras de trabajar. Creo que es cuestión de tiempo y de normalizar que las redes sociales son un medio de trabajo más y que también han potenciado muchas profesiones consideradas tradicionales", explica Manu Ríos, actor, cantante y el influencer masculino con más seguidores de nuestro país. Tras el confinamiento que ha paralizado el mundo y ha congelado las cuentas de la industria de la moda, el debate sobre el estallido de esa burbuja volvió a ponerse sobre la mesa. Por un lado, el consumo de contenido digital ha aumentado de manera estratosférica; por otro, paradójicamente la inversión en estos creadores de contenido se ha reducido a la mínima expresión. ¿Será éste el fin? "Es algo que llevamos escuchando desde que empezamos, cuando no existía la palabra influencer", explican Mike y Gabi, fundadores de Cup Of Couple. "Si los perfiles que ves te hacen pensar que esto está acabado, quizá no estés mirando a las personas que mejor encajan con lo que buscas, es decir, lo que ves quizá no es malo, pero puede que tú hayas cambiado y necesites cosas nuevas que te estimulen, te aporten y te sigan despertando el interés". Internet continúa expandiéndose y las generaciones sucesivas encontrarán otras formas de entretenimiento, trabajo y comunicación. Lo único que cabe esperar en este momento es, como ha pasado tantas otras veces en la historia, que se produzca una selección natural en pos de la calidad, como explica Giotto Calendoli, creador de contenido de la firma Handle With Freedom: "Espero que toda esta evolución nos lleve a descubrir a personas creativas y talentosas que muestren algo más que el outfit of the day".
En 2020, el consumo de contenido digital ha aumentado, pero la inversión en los creadores de contenido se ha reducido a la mínima expresión.