EL JUEGO DEL ENGAÑAR

Un presidente asesinado y un espía infiltrado a quien atrapar. Ingredientes de ‘Hunt. Caza al espía’, debut como director del popular intérprete coreano, quien estuvo en el Festival de Sitges, entre un baño de multitudes, para presentar el film.

Lo que la verdad esconde. Lee Jungjae (Seúl, Corea del Sur, 1972) tenía claro el porqué de volver la vista atrás y dirigir un trepidante thriller político, Hunt. Caza al espía, donde precisamente la política era importante: Era muy niño en la fecha en que suceden los hechos narrados en la película, pero sí tengo un recuerdo muy claro de cómo fue la década de los 80 para mi país, Corea del

Sur. La situación política todavía era convulsa, había cosas que no sabíamos de cómo se estaba gestionando el camino hacia el estado actual democrático. Siempre hay algo de desconocido e imperfecto en lo que pensamos que es la verdad. Hasta la democracia más perfecta puede haber ocultado verdades al pueblo.

De eso habla Hunt. Caza al espía,

de lo que ocurre detrás de actos políticos, en la trastienda más secreta de una nación. Cerebral e intuitivo. En su debut como director, el popular protagonista de la serie El juego del calamar no reconoce ninguna influencia en términos de narración o estilo. ¿Soberbia?

Nada más alejado de la realidad:

Cuando me llegó el guion en principio solamente iba a producirlo con mi compañía Artist Company e interpretar al personaje principal, pero empecé a leerlo y a cambiarle cosas. Me venían ideas sobre la acción, sobre lo que quería contar y las añadí. Al no conseguir interesar a varios directores a quienes ofrecí dirigir el film acepté el reto que yo mismo había propuesto a los demás y me senté en la silla de director. Por supuesto que en ella está todo el cine que he visto y que me gusta, pero jamás tuve en mente citar o copiar a este o a aquel director en concreto. Visualicé cada secuencia y la rodé como creí que mejor funcionaría. Rodéate de los mejores. Una película es un trabajo en equipo, afirma Lee Jungjae. Como director estaba al mando y tenía claro qué y cómo se iba a rodar, pero eso tienes que saber transmitirlo a los técnicos, especialistas y al resto de los actores. Ahí es donde debo darles las gracias y volver a hablar muy bien del cine y de la industria de mi país porque contamos con los mejores en cada apartado. Por ejemplo, para las escenas de acción nos reunimos muchas horas planificando lo que yo quería y lo que ellos iban a preparar para que quedaran igual o mejor que en mi cabeza.

Sin fronteras. La carrera de Lee Jungjae nos puede parecer en Occidente meteórica si solo pensamos en el bombazo mundial de ser el jugador nº 456 en ese fenómeno titulado El juego del calamar. De camarero en una cafetería de su Seúl natal dio el salto al mundo de la moda y de ahí a los primeros éxitos televisivos en diferentes series desde los primeros años 90 del pasado siglo. No hago distinciones entre algo para televisión o para cine. Como actor me encuentro muy cómodo en ambos medios, y ahora que he pasado a dirigir estoy seguro de que si tuviera que rodar una serie no lo haría distinto a como he dirigido Hunt. Caza al espía. He tenido además la suerte de haber estado en films de enorme repercusión en Corea del Sur y en el resto del mundo (el actor se refiere

a La criada, El gran golpe, New World y Libéranos del mal) y ahora con mi película acabo de formar parte de estas producciones que han hecho del cine surcoreano uno de los más populares del mundo. Mundo que podría abrirse más aún (como actor) para él con su desembarco en el universo Star Wars gracias a la nueva serie The Acolyte: No puedo hablar de este tema. Lo que sea, y espero que sean buenas noticias, se sabrá en su momento, nos dice con enigmática sonrisa. ◆

ESTRENO: 4 ENERO

Heon-teu (Corea del Sur, 2022, 131 min.). THRILLER.

“SIEMPRE HAY ALGO DESCONOCIDO E IMPERFECTO EN LO QUE CREEMOS VERDAD. HASTA EN LA DEMOCRACIA MÁS PERFECTA”.