El Ibex 35 anda deambulando
Tenemos soporte en el rango de los 9.750-9.800 puntos y resistencias en los 10.150 y los 10.300
El selectivo nacional está absorto, distraído, pasmado diría yo. Cuando hemos pasado el ecuador de febrero, arroja una caída cercana al 2% en el año, y si miramos al Ibex que tiene en cuenta los dividendos repartidos (IBDIV) la caída es algo menor, pero con todo y con eso sigue estando en números rojos.
No pasaría nada si no fuera porque el resto de las bolsas europeas y de Wall Street están claramente en números verdes. En Europa el índice que mejor lo hace sin lugar a dudas es el Euro Stoxx 50, con alzas de más del 5%.
¿A qué se debe este comportamiento? Pues, entre otros, a la buena evolución del sector del lujo y de la tecnología. Dentro del primero destacan las subidas superiores al 13% en el año de LVMH y de más del 16% en Hermès, que tienen una capitalización bursátil de 410.000 millones de euros y 230.000 millones, respectivamente.
Dentro de la tecnología destacan el gigante del software alemán SAP, con alzas del 19% y una capitalización de casi 200.000 millones, y ASML, que se aúpa un 30% y su capitalización en Bolsa es de 340.000 millones. Esta última es un monopolio tecnológico en la fabricación de equipos de fotolitografía. Todos los gigantes de los chips y semiconductores quieren utilizar las máquinas holandesas, que utilizan como tecnología pionera la litografía ultravioleta extrema. En este sentido, ASML advertía esta semana de que el mercado de semiconductores ha alcanzado su punto más bajo y hay signos de recuperación. El hecho de que los bancos no suban con la misma alegría que el año pasado, con la excepción de BBVA y CaixaBank, que se revalorizan en torno al 9% y el 6% respectivamente, unido a la debilidad de las energéticas no contribuye a que el Ibex salga del tedioso goteo a la baja desde los máximos (10.301) de principios de diciembre.
Técnicamente, el Ibex 35 tiene un importante soporte en el rango de los 9.750-9.800 puntos y resistencias en los 10.150 y los 10.300. Y es que tengo la sensación de que el Ibex puede estar mareando la perdiz bastante tiempo antes de que se decante de nuevo por las subidas. Dicho esto, me preocupa mucho que seamos capaces de subir al tren de las compras cuando resulta que, a pesar del traspié del martes por el dato de inflación estadounidense de enero peor de lo esperado, volvemos a tener al grueso de las bolsas europeas en máximos anuales.
¿Qué será de nosotros cuando las bolsas decidan tomarse un pequeño y merecido descanso tras las verticales subidas acumuladas desde los mínimos de final de octubre y mediados de enero? Estacionalmente hablando y según las estadísticas de Carson Group, nos estamos adentrando en un periodo complicado.
Según ellos, históricamente, las próximas seis semanas no suelen ser las mejores en año electoral. Lo que unido a las divergencias bajistas que se acumulan en casi todas las bolsas europeas y de Wall Street nos hacen ser, cuando menos, prudentes.
Y el bitcoin a por sus máximos
A mediados de marzo de 2023 advertíamos de la prometedora figura de vuelta alcista que nos dibujaba el bitcoin. Desde entonces, el precio acumula una revalorización superior al 80% y, correcciones puntuales aparte, parece decidido a buscar sus máximos históricos en las inmediaciones de los 69.000 dólares. Tras las últimas subidas, el bitcoin se ha convertido en el décimo activo de mayor capitalización del planeta.