Celsa reúne a su plantilla sin despejar el futuro del grupo
El grupo siderúrgico Celsa, que sigue negociando la reestructuración de su deuda con los fondos acreedores, reunió ayer a buena parte de su plantilla en Barcelona con la intención de hacer balance del pasado ejercicio y avanzar las líneas estratégicas de 2023, según informó la compañía presidida por Francesc Rubiralta, que suele celebrar cada año un encuentro de este tipo.
En el acto, celebrado en el IESE con la participación, presencial o virtual, de 1.200 empleados, tomaron la palabra Rubiralta y el conseller de Empresa y Trabajo de la Generalitat, Roger Torrent (ERC). Las plantillas de Nervacero y Global Steel Wire, otras dos empresas del grupo, se conectaron a la reunión desde Bilbao y Santander, respectivamente.
Rubiralta destacó como hitos de 2022 la puesta en servicio del tren de laminación de la acería del Sur de Francia, el crecimiento del grupo en todos los mercados y su nombramiento como presidente de la patronal europea del acero, Eurofer. El empresario aludió al rescate de 550 millones de la Sepi, que sigue bloqueado a la espera de que Celsa pacte la refinanciación de su deuda, pero no hizo referencia al plan de reestructuración que los fondos acreedores presentaron en otoño
Junto a Rubiralta, en el encuentro participó el conseller de Empresa y Trabajo de la Generalitat
ante los juzgados mercantiles.
En la reunión, Torrent puso de relieve el papel “fundamental” de Celsa en el “proceso de reindustrialización” de Cataluña y en la búsqueda de la “soberanía industrial y energética de Europa”. Desde Bilbao intervino Arantxa Tapia (PNV), consejera vasca de Desarrollo Económico y Sostenibilidad, y desde Santander lo hizo Gema Igual (PP), alcaldesa de la ciudad.