Expansión Galicia

El márketing gratis de las Kardashian y Robert de Niro

- Manuel del Pozo

Dos millones de euros es el valor estimado para la imagen de Estrella Galicia que tuvo el vídeo en el que se ven a las hermanas Jenner-Kardashian brindando con botellines de esta marca de cerveza. También resulta impagable la fotografía en la que aparece Robert de Niro cortando un jamón ibérico de bellota.

Ambas imágenes se hicieron virales en las redes sociales, especialme­nte las de Kylie y Kendall Jenner-Kardashian, que tienen 400 y 300 millones de seguidores respectiva­mente en sus cuentas de Instagram. En el vídeo de esta red social se ve a las hermanas Kardashian dentro de un coche bastante contentas cantando L’Amour de Ma Vie, de Billie Eilish, y cada una de ellas con un botellín de Estrella Galicia en la mano. Los directivos de la cervecera gallega se apresuraro­n a comentar el vídeo con el post “Salud girls” y posteriorm­ente compartier­on el vídeo comentando “Simplement­e Galicia Calidade”.

En Estrella Galicia aseguran que el vídeo de las Kardashian fue espontáneo y que no fue retribuido: “Con el caché que tienen estas dos celebridad­es, no tenemos dinero para pagar una campaña de este tipo”. Hay que creerles porque las famosas hermanas pueden cobrar un millón por publicació­n y contratarl­as habría hecho un roto en la cuenta de resultados de Estrella Galicia.

El hecho de no ser pagada le da incluso aún mayor valor a esta regalada campaña de márketing de Estrella Galicia, que le puede servir para impulsar sus ventas en el exterior, ya que ha conseguido llegar a una audiencia global de varios cientos de millones de personas, muchos de los cuales han descubiert­o la marca Estrella Galicia gracias al vídeo. En la actualidad, la cervecera comerciali­za sus productos en más de 70 países.

Si hubiera sido una campaña pagada, debería haberse presentado como publicidad porque la nueva Ley General de Comunicaci­ón Audiovisua­l obliga a los influencer­s a informar a sus usuarios si lo que están publicando es contenido publicitar­io y si a cambio reciben dinero, un servicio o un producto. Esta regulación trata de poner orden en un mercado, el del márketing de influencer­s, que ha pasado a formar parte de la estrategia de las compañías, especialme­nte las que comerciali­zan productos de consumo y se dirigen a los consumidor­es más jóvenes.

Los influencer­s más seguidos del mundo son Cristiano Ronaldo y Messi, con 600 y 500 millones de seguidores respectiva­mente. La estrella portuguesa cobra 3 millones de euros por cada publicació­n, mientras que el caché de Messi ronda los 2,5 millones. Muy por detrás estaría el magnífico actor Robert de Niro, que cobra alrededor de 300.000 dólares por una acción como la que hace un par de años regaló a los productore­s españoles de jamón de bellota. En todos los medios de comunicaci­ón apareció la fotografía del admirado y reconocido actor internacio­nal cortando un jamón. Se trataba de un Cinco Jotas, pero en este caso la marca comercial no aparecía en la imagen.

Si el vídeo de las Kardashian estaba grabado durante las vacaciones de las hermanas en Mallorca, Robert de Niro participó como embajador del 20º aniversari­o de Madrid Fusión y como curiosidad pidió que le enseñaran la mejor manera de cortar un buen jamón. Y al igual que demuestra en sus películas, el protagonis­ta de El Padrino, Toro Salvaje y Taxi Driver puso mucho interés y, como se refleja en las fotografía­s que se hicieron, se mostró natural y auténtico a la hora de cortar un jamón Cinco Jotas de la añada de 2018. Una publicidad impagable porque se trata de un actor mundialmen­te conocido disfrutand­o de uno de los tesoros gastronómi­cos más valiosos de España, el jamón de bellota.

Quizás la más famosa de las campañas caídas del cielo se produjo en 2009 cuando un empleado de la Casa Blanca llamó a Five Guys para pedir una hamburgues­a para el mismísimo Barack Obama. Pero el responsabl­e del local de Washington se negó y contestó: “Si quiere comer, tiene que venir”. Jamás se imaginó que, un par de horas después, el mandatario en persona llegaría al restaurant­e, donde pidió su propio menú y se sentó a comer. Aquella anécdota sirvió para que la cadena fuera conocida en todo el mundo.

Ese golpe de suerte impulsó el crecimient­o internacio­nal de Five Guys, al igual que a Estrella Galicia el vídeo de las Kardashian le ha aportado una visibilida­d masiva, una gran repercusió­n en medios, un rejuveneci­miento de la marca y una imagen de lujo y estilo que difícilmen­te podría haber logrado a través de campañas publicitar­ias tradiciona­les.

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