Unicaja teme un aumento de la morosidad en el negocio de pymes
El principal ejecutivo de Unicaja Banco, Manuel Menéndez, aseguró ayer que la morosidad sufrirá un repunte antes de volver a bajar, pero que “será gestionable” en el corto plazo. Así lo detalló durante una entrevista realizada por Salvador Arancibia, adjunto la dirección de EXPANSIÓN, en el XIII Encuentro Financiero de EXPANSIÓN y KPMG en colaboración con American Express y Microsoft.
Menéndez señaló que el banco tiene en su mayoría créditos hipotecarios que serán capaces de “capear” las adversidades. El banquero explicó que un aumento de 300 puntos básicos de los tipos supondrá que el esfuerzo financiero medio para pagar las hipotecas pase del 26% de la renta disponible de las familias al 37%. Situación distinta es la del negocio de empresas, en donde Menéndez reconoció una mayor debilidad. “En el sector de empresas, prevemos un mayor impacto en pymes”, explicó.
El consejero delegado del quinto banco español subrayó que la fusión con Liberbank va mejor de lo previsto y espera poder generar todas las sinergias antes de que termine 2024. Destacó que este año se espera finalizar con un 80% del plan de reestructuración ejecutado. “Vamos por delante de lo inicialmente previsto y tenemos una captura de sinergias anticipada”, subrayó.
Cambio de CEO
El banquero, al ser preguntado por su futuro como número dos de Unicaja, afirmó que es un tema que no le preocupa. “Estoy seguro de que el consejo tomará las decisiones mejores para el banco, las personas somos una pieza más”, añadió. El ejecutivo asturiano tendrá que enfrentarse este verano al examen del consejo de administración de la entidad fusionada, que tendrá que evaluar si sigue al frente de Unicaja Banco como consejero delegado. Manuel Azuaga también tendrá que dejar de ostentar poderes ejecutivos desde la presidencia, tal y como se pactó en el momento de la fusión, en el contexto de la buena gobernanza que exige el Banco Central Europeo. El CEO admitió que estos temas han tenido mayor notoriedad pública en Unicaja, pero quitó hierro al asunto asegurando que los problemas no han sido “distintos a los de otras fusiones”. De esta forma, el banquero ha salido del paso de los problemas que ha tenido la entidad malagueña dentro del seno de su consejo este verano, con la salida de tres miembros en menos de un mes.
Sobre el gravamen, Menéndez afirmó que su entidad paga impuestos “gustosamente”, pero que en este caso “no está justificado”. A este respecto explicó que la subida de los tipos de interés por sí misma “no implica necesariamente en la misma proporción” un aumento del beneficio y que también hay que tener en cuenta que los costes han subido.
Repasó que, hasta este año, los tipos de interés venían oscilando en terreno negativo desde 2016, lo que ha supuesto para la banca “un retorno sobre el capital inferior al coste de capital”. Menéndez criticó que la explicación gubernamental para justificar el impuesto “tiene algunas carencias desde el punto de vista de la rentabilidad de las entidades financieras”. Reconoció que el impuesto a la banca le supone a la entidad un impacto “especialmente relevante” y consideró que “se tendría que enfocar de otra manera, siendo más justa y más equitativa en el impacto en los diferentes bancos”.
El impuesto a la banca supone a Unicaja un impacto “especialmente relevante”