Las promotoras recortarán un 16% la oferta de vivienda nueva hasta 2026
CON 184.000 VIVIENDAS EN CONSTRUCCIÓN/ El aumento de los costes y la caída del ritmo inversor por parte de los fondos ralentizará la construcción de nueva vivienda para venta y alquiler en los próximos cuatro años.
La ralentización de la inversión por parte de los fondos y el impacto del aumento de los tipos de interés en el mercado inmobiliario empieza a hacer mella en el sector residencial, que se verá obligado a recortar el lanzamiento de nuevos proyectos para los próximos años. Las promotoras, que empiezan a percibir una caída en los volúmenes de venta, afrontan un recorte de más del 16% en la oferta de nueva vivienda prevista para su desarrollo en los próximos cuatro años, un ajuste que será más relevante en el caso del alquiler debido al aumento de los costes de financiación y a la percepción por parte del capital de que los inquilinos tendrán dificultades a la hora de afrontar un incremento de los costes en un entorno macroeconómico recesivo.
En concreto, los planes de construcción de nueva vivienda por parte de las promotoras han pasado de incluir el desarrollo de 220.000 nuevas unidades para el periodo de 2023 a 2026 a pronosticar el lanzamiento de 184.000 viviendas. Es decir, un recorte de más del 16% en menos de un año. Esta es una de las principales conclusiones del informe The Living Property Telescope, elaborado por el equipo de Real Estate de la división de Estrategia y Transacciones de EY. De estas unidades, un 90% –cerca de 167.000 viviendas– se destinarán a la venta, lo que implica un recorte del 15% respecto de la estimación que la consultora realizó hace un año.
‘Built to rent’
El informe refleja también que los planes de construcción de vivienda nueva para el alquiler, proyectos que en el argot inmobiliario se conocen como build to rent, se reduce desde las 24.500 hasta las 17.000 unidades previstas, es decir, un ajuste del 31%.
Para el socio y responsable de real estate del departamento de Estrategia y Transacciones de EY, Javier GarcíaMateo, mientras no se produzca un ajuste en el precio del suelo, la obra nueva va a tener que frenar su actividad
La inversión institucional en residencial crece un 40%, hasta los 3.900 millones
inevitablemente. “El fuerte endurecimiento de los costes de financiación y construcción junto con la incertidumbre del techo máximo de precio de venta y alquiler que podrán afrontar los futuros usuarios de las viviendas está provocando que un número relevante de proyectos posponga su construcción hasta un mejor momento”.
En cuanto a la inversión en 2022, la fuerte subida de los tipos de interés, junto con una más que previsible recesión, ha provocado un estancamiento de la actividad en los últimos meses. En conjunto, la inversión en el mercado residencial –incluyendo el negocio minorista– se reducirá un 17% hasta los 97.000 millones.
Pese a esta desaceleración, la fuerte tracción del primer semestre permitirá que la inversión institucional alcance en el conjunto de 2022 los 3.900 millones, lo que implica un crecimiento del 40%. Esta cifra incluye inversión directa en el sector y compraventa de préstamos con subyacente residencial. “Los fondos de inversión aceleraron sus transacciones ante el progresivo encarecimiento de las condiciones de financiación una vez que su capital ya estaba levantado y preparado para ser invertido con anterioridad el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania”, explica García-Mateo.
Entre las operaciones más relevantes del año destacan la compra por parte de la gestora de fondos alemana Patrizia de 1.500 viviendas a la promotora catalana BeCorp por 600 millones de euros, la adquisición por parte de AXA de 740 unidades a fondos gestionados por Blackstone por 285 millones o la venta por parte de la Socimi Testa, controlada también por el fondo estadounidense, de 245 viviendas a Allianz por 185 millones. Además, hay operaciones en negociación por otros 1.400 millones cuyo cierre está pendiente de la evolución del mercado en los próximos meses.
El aumento de los precios de los alquileres dispara las tasas de esfuerzo hasta el 45%