Tarantino lleva al festival su “incomprensible fascinación” por el asesino Charles Manson
En ‘Érase una vez en... Hollywood’ recrea una cultura que acabó con el brutal final de Sharon Tate
Quentin Tarantino está obsesionado con la historia del asesino Charles Manson y con la “incomprensible” fascinación que provocaba, y eso lo vuelca en Érase una vez en... Hollywood, una historia de sus recuerdos, de la pérdida de la inocencia y de un Hollywood ya desaparecido. “Cómo (Manson) era capaz de atraer a esas chicas y chicos jóvenes para someterlos parece algo incomprensible, porque cuanto más aprendes de él, cuanto más le conoces, más oscuro se vuelve. La imposibilidad de realmente entenderle es lo que causa fascinación”, explicó el realizador en una rueda de prensa rodeado por los protagonistas, Brad Pitt, Leonardo Di-Caprio y Margot Robbie. Tras mucha investigación sobre Manson, el realizador ha construido una historia sobre los recuerdos de su infancia a finales de los sesenta y que es un homenaje a una época de amor libre y movimientos hippies que se acabó de repente con el brutal asesinato de Sharon Tate. La banda de Manson, llamada La Familia, parecía una de esas comunidades hippies, tal y como los muestra Tarantino en el filme. Vivían en un rancho, acompañaban a turistas a dar paseos a caballo y eran amables con la gente, pero había en ellos algo “extraño”, resaltó Tarantino.
“Cuando se produjeron los asesinatos de Manson era la época del amor libre, había nuevas ideas, el cine estaba cambiando. Y esos hechos, la trágica pérdida de Sharon y de otras personas, fue algo que lo cambió todo y aún hoy lo recordamos con horror”, apuntó Brad Pitt. Fue, agregó, “un momento trágico que subrayó el lado
oscuro de la naturaleza humana”, en opinión del actor, que aseguró que “el filme trata maravillosamente bien este tema”. Pitt interpreta en la película a Cliff Booth, el doble y amigo de Rick Dalton (Di-Caprio), una estrella de la televisión que vive al lado de Sharon Tate y su marido, Roman Polanski. Tate (Margot Robbie) estaba empezando a despuntar como actriz y fue brutalmente asesinada por Manson y otros miembros de su secta cuando estaba embarazada de ocho meses mientras Polanski estaba en Londres preparando una película. Tarantino se confesó admirador de Polanski y, especialmente de La semilla del diablo, pero señaló que nunca se reunió con el director franco-polaco para hablar de su película.
Cómo trata Tarantino estos hechos en una comedia es una de las grandes incógnitas al entrar en la sala a ver el filme e imposible de contar sin desvelar una trama en la que el peso de la historia lo llevan Pitt y Di-Caprio. Di-Caprio se sintió identificado con su personaje porque, como él, también creció en la industria del cine y sabe lo que es luchar para conseguir una oportunidad. “Aprecio la posición que tengo ahora”, reconoció.