NO OLVIDES PLANIFICAR LOS HITOS QUE QUIERES ALCANZAR
ha asesorado bien, etc. lo va a conseguir, pero normalmente va a ir más lento de lo esperado. En este sentido, en los primeros meses hay que creer en el proyecto en positivo y destinar entre un 5% y un 10% del presupuesto a dar a conocer el negocio. Si no se hace, es muy complicado que te conozcan”.
PERO TAMBIÉN PUEDE QUE TE QUEDES SIN STOCK
No es lo habitual, pero también sucede. Has invertido en marketing y de repente te empiezan a entrar más pedidos de lo esperado y resulta que no tienes suficiente stock. Les pasó a los fundadores de Panapop: “La falta de previsión del stock ha sido, en nuestro caso, uno de los errores más notables. Se nos agotaron los relojes. Cuando estás empezando es muy complicado medir la demanda”, explica Cristina Vidal. Y también al fundador de Sepiia: “El número de ventas que nos habíamos marcado inicialmente siempre se nos ha ido un poquito hacia arriba. Desde el principio contamos con una agencia de comunicación, despertamos la atención de algunos medios, que nos sacaron y eso facilitó que los clientes se acercaran a nosotros a pedirnos prendas. Más de las esperadas. Pero no podíamos hacerlo de otra forma. Teníamos que hacer la producción de manera ordenada. Tenemos un producto físico, no es como una aplicación que si te pagan diez descargas o 10.000, a la máquina prácticamente le da igual. Nuestro caso son prendas que hay que coser, etc. Tenemos que ir paso a paso. No podemos pasar de hacer cien a hacer 50.000 prendas porque podrían surgir muchísimos problemas y queremos ir creciendo de manera sostenible”, apunta Federico Sainz de Robles. Sí, hazlo, aunque posiblemente no se cumplan. Si no tienes un plan no puedes crear una estrategia. “Los tres primeros meses son normalmente para validar la idea con potenciales clientes. Nosotros validamos que, efectivamente, los clientes estaban interesados y también que lo que nos habíamos propuesto se podía conseguir. Hicimos pruebas, identificamos materiales, proveedores… sacamos números y validamos que toda la idea que proponíamos era viable. Eso los tres primeros meses. A los seis ya teníamos un prototipo medio viable de la camisa y empezamos con la fase de preventa de las primeras unidades”, señala Federico Sainz de Robles.
También hay proyectos que no se pueden validar sin arrancar realmente en el mercado. Proyectos como el hostel Winederful. En estos casos, lo ideal es diseñar varios escenarios y estar preparados para el peor de los casos. “He intentado ser muy pesimista en mi plan de empresa y eso me ha ayudado a no idealizar demasiado lo que iba a obtener. Me hice tres escenarios: uno pesimista, otro medio y otro optimista. Y en los tres he intentado ser lo más pesimista posible. Me basé en las estadísticas hoteleras de La Rioja. Se está cumpliendo el intermedio. Por lo tanto, estoy contenta”, explica Susana Palacio.