CUIDADO CON LOS ATRACONES

para quemar calorías es muy limitada. La respuesta está en la cronobiología y sus biorritmos. A primera hora de la mañana hay que romper el ayuno. Es el momento de tomar hidratos de carbono, que mejoran la concentración y dan energía. Hacia la una de la tarde se produce un pico en la producción de las hormonas que controlan el metabolismo. Se trata principalmente de insulina, que se regula mediante genes-reloj. Por eso sientes hambre. Entonces se asimilan mejor los carbohidratos complejos, como cereales integrales, legumbres, frutas y hortalizas. Después, la insulina decae y aumentan las sustancias que quitan el hambre (la leptina, por ejemplo), cuyo objetivo es preparar al cuerpo para el sueño. Por tanto, «la cena debe ser frugal y tener lugar, como mínimo, dos horas antes de acostarse», explica la doctora Susana Monereo, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital Gregorio Marañón de Madrid. Sólo así absorbes los nutrientes correctamente, tu hígado no se satura y mantienes los kilos a raya. Pero puede que te hayas visto en la situación de llegar a las 12 del mediodía sin haber probado bocado, o de haber tomado sólo medio sándwich para comer, sin contar con que casi nunca te planteas un tentempié. Con frecuencia sales de la oficina por la tarde y los déficits de aportes que se han acumulado desde el inicio de la jornada explican por qué subes en el ascensor de casa deseando arrasar con la nevera. Para llegar menos hambrienta al final del día es importante que hagas cinco comidas diarias, algo que tan sólo cumple el 28 por ciento de los españoles, según datos de un reciente estudio del Grupo de Investigación en Nutrición y Ciencias de la Alimentación de la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Los investigadores afirman que las personas que realizan tres ingestas tienen más probabilidades de

NO AL ATRACÓN DEVORAR AL LLEGAR A CASA ES FRUTO DE UN DÉFICIT DE INGESTAS A LO LARGO DEL DÍA