María Gómez

Conocí su fuerza y su ilusión en el Basque Culinary Center; era una de mis alumnas en el Máster en Innovación y Gestión de Restaurantes. Me habló de Magoga y de su otra mitad, el 'maître' y sumiller Adrián de Marcos, su apoyo profesional y vital, junto a sus dos hijos. Dos soles Repsol y una estrella Michelin coronan ya su local y ahora han abierto Mi

Mare, su versión informal. Enamorada de su tierra, podría decirse que María sabe a Cartagena... y viceversa.

¿Quién es María Gómez? Una chica de 36 años, nacida en Fuente Álamo (Murcia). Me encanta cocinar y hacer felices a las personas que vienen a mis restaurantes.

Tu pasión por la cocina se fraguó con tu abuela; ¿qué queda de aquellos años? Adoraba estar con ella y que me contase historias; yo era muy inquieta y disfrutaba descubriendo sabores, como ahora. Me gusta mucho hablar con los mayores. Has creado Magoga junto a tu marido, Adrián de Marcos. ¿Cómo es trabajar juntos? Era una de nuestras ilusiones y nos ha salido muy bien. Para mí no hay inconvenientes, aunque nos llevamos el trabajo a casa. ¿Hay algún ingrediente que no quieras ni ver? Me gusta todo. Sólo me chirrían las ostras en crudo. Maternidad y trabajo, ¿es posible? Sí, pero muy sacrificado. Merece la pena, aunque es cierto que a veces no sé ni dónde estoy. Empresaria, chef, madre... ¿En qué rol te sientes más tú misma? Estoy cómoda en los tres; al fin y al cabo, son mi vida. Hay momentos para todo.

Tienes el título de Cartagenera del Año, ¿qué significa para ti? Todo un honor. Que sea tu ciudad quien te reconozca es un orgullo. La gala Repsol 2024 se celebra en Cartagena. ¿Qué supone este acontecimiento? Un regalo que nos dará la oportunidad de enseñar la gastronomía y la historia de una de las ciudades más antiguas de España. ¿Tienes pensado hacer algún plato que recuerde la época de Cartago Nova? Siempre intento dar a mis platos un matiz histórico. La cocina de Cartagena hunde sus raíces en esa época: el garbanzo, el escombrum, etc. Eso merece un homenaje. ¿Cuál es tu secreto gastronómico inconfesable? No tengo ninguno, sólo puedo decir que pongo mucho amor y cariño a cada receta. Has triunfado en el XI Concurso de Bocadillos de Madrid Fusión. ¿Cuál es

tu preferido? Uno muy sencillo: pan, pechuga de pollo a la plancha, tomate, lechuga, mayonesa y un toque muy generoso de picante.

¿Qué es lo más raro que has probado? El cuy, un roedor de Ecuador muy popular en su cocina, crujiente como el cochinillo y muy rico. ¿Y lo último que has aprendido? Que hay que tomarse la vida y el trabajo con calma. A veces queremos ir demasiado deprisa y olvidamos disfrutar el presente.

¿El trabajo es tu vida o al revés? Ser cocinera es un estilo de vida. Los chefs pensamos en cocina todo el rato, incluso en nuestros días libres, y eso no todos lo entienden. Para triunfar, ¿hay que comerse el mundo? Hay que tener ganas, garra y mucha fuerza y energía para ser feliz y hacer lo que te gusta. Si triunfas, mejor que mejor. ¿Qué les dirías a los jóvenes que quieren dedicarse a esto? Que sueñen alto; con mucho esfuerzo, las cosas se consiguen. Cuando algo va mal, hay que empujar más. Tu momento terminará llegando. ¿Dónde te vas a leer este número de Elle Gourmet? ¿Dónde crees tú? En mi Cartagena, qué mejor sitio. ❧