Marcelino quiere recuperar el ‘factor La Cerámica’
Tras ser solventes a domicilio, el técnico asturiano espera una mejoría del equipo en casa
El Villarreal CF presenta dos caras bien diferenciadas en el ejercicio 2023/24. Los amarillos se están mostrando como un equipo solvente, fiable y rentable a domicilio, circunstancia que suele ser habitual con el paso de las temporadas en clave grogueta, pero que contrasta con el pobre bagaje como local, siendo uno de los peores conjuntos de LaLiga cuando ejerce de anfitrión, un problema que ha hecho que hasta mediados de febrero la zona de descenso estuviera cerca y se temiera por la permanencia.
La llegada de Marcelino García Toral al banquillo del Submarino está siendo determinante para que el denominador común no sea estar mal tanto de local como de visitante, algo que sucedía tanto con Quique Setién como con José Rojo Martín, Pacheta, los dos antecesores del míster asturiano en el puesto de entrenador.
LA CARA BUENA Desde que llegó, ha insistido en la necesidad de ser fiables en ambas áreas, ser consistentes defensivamente y conseguir una regularidad en cuanto a resultados y a encajar pocos goles, consciente de que, debido a la calidad de sus jugadores de ataque, los goles llegarían por sí solos y, con ello, los resultados.
La mitad del plan de Marce se está cumpliendo... lejos del Estadio de la Cerámica. El Villarreal es en estos momentos el 7º de LaLiga en la clasificación de equipos visitantes, empatado con el Rayo Vallecano con 16 puntos, aunque los amarillos en 13 encuentros (los madrileños han sido ya 14 veces forasteros). Además, están a un solo punto del Athletic, que es 5º y a cuatro de la zona Champions, que ostenta la Real con 20.
GOLEADOR FORASTERO Las salidas se han saldado con 4 triunfos, 4 empates y 5 derrotas, rentabilizando muy bien los 19 goles encajados para acumular las 16 unidades mencionadas. De hecho, el Submarino es el sexto equipo realizador a domicilio, solo superado por Girona (24), Barça (24), Madrid (23), Atlético y Celta (20). Los amarillos, que acumulan seis partidos sin perder en estos momentos, suman dos victorias (Barça y Real) y un empate (Alavés) en los últimos tres desplazamientos, logrando la regularidad y resultados que pretendía el técnico groguet.
A MEJORAR EN CASA El problema radica en la ansiedad y la falta de ideas y resultado en casa. Marcelino pretende recuperar, desde ya, el llamado factor La Cerámica, que tan buenos resultados ha
otorgado al Villarreal a lo largo de las últimas dos décadas.
El Submarino solo ha ganado tres de sus 13 encuentros como anfitrión, con cuatro empates y seis derrotas. Y lo preocupante es solo haber anotado 19 goles, curiosamente los mismos que fuera, encajando además 23, lo que sitúan en -4 el global como local, guarismos muy pobres.
«Orgulloso por el compromiso, esfuerzo y juego de mis jugadores. Esta gran victoria confirma la progresión del equipo. Queremos reafirmarnos en nuestro estadio con otro buen partido y dar una alegría a la afición», escribía Marcelino en sus redes sociales tras el convincente triunfo en Anoeta. Ese es el camino trazado por un entrenador que quiere ir a más.