La Vall culmina la primera fase del Camí de l’Aigua
La inversión para ejecutar el proyecto supera los 1,2 millones procedentes de la UE
La Vall d’Uixó dio ayer por concluida la primera fase de las obras de reurbanización enmarcadas en el proyecto del Camí de l’Aigua. Para comprobar el resultado, el municipio contó con la presencia de la delegada del Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé, quien puso el municipio como «ciudad ejemplar en la ejecución y presentación de proyectos» financiados mediante fondos europeos.
La intervención, que ha afectado al tramo comprendido entre la plaça del Centre y la de la Assumpció, en el cordón vial que confor
man las calles Regimiento Tetuán, Benissahat y la plaza de los Desamparados (la segunda fase incluirá las calles Mare de Déu del Roser, San Luis, Pelayo y las plazas de la Salud y Santiago Obón), cuenta con una aportación superior a 1,2 millones de euros del programa Next Generation.
Bernabé incidió en que no es el único proyecto respaldado en la Vall por el plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, porque la ciudad va a gestionar 14 millones en 11 proyectos, entre los que se encuentran la creación del Museu de la Fàbrica de la Llum o la ampliación del consistorio.
La representante del Gobierno de España precisó que esa realidad «es un éxito de gestión del Ayuntamiento que dirige Tania Baños, porque ha hecho los deberes respecto a preparar las iniciativas para que la ciudad aborde los retos de futuro dentro de una
transformación digital, energética, ecológica y medioambiental».
UNA OBRA COMPLEJA Tania Baños señaló que el proyecto del Camí de l’Aigua corresponde a un municipio «moderno, en la línea de las actuaciones europeas que apuestan por la movilidad sostenible, la reducción de emisiones de CO2 y la revitalización y humanización del espacio urbano».
Como en ocasiones anteriores, como la peatonalización de las plazas del Centre y Assumpció, «se genera incertidumbre y molestias, pero el tiempo nos acaba dando la razón», manifestó la alcaldesa, saliendo al paso de las críticas que las obras y su duración han provocado en la zona.
Pilar Bernabé reivindicó el papel de localidades como la Vall que «frente a los discursos negacionistas, miran hacia el futuro y apuestan por la sostenibilidad».