Una tarde modesta para despedir los ‘bous’ de Sant Vicent en la Vall
Las peñas Gent de Triana, El 22 y El Tacaet patrocinan las últimas exhibiciones
El día más flojo de las fiestas registró lluvia y un animal que fue retirado enseguida
El primer cartel de bous al carrer del año en la Vall d’Uixó llegó ayer a su fin en una tarde en la que hubo de todo y poco destacable. Las fiestas patronales de Sant Vicent cerraron el apartado taurino de su programa con la sensación de que lo mejor ya se había visto. El listón estaba muy alto.
Y hubo de todo porque el más tempranero, de Núñez de Tarifa, duró poco en el recinto. Quiso cumplir y se paseó por gran parte de las calles, pero en un violento derrote contra unos barrotes, se fracturó el pitón izquierdo. Si algo tienen las fiestas patronales es que la normativa se cumple estrictamente, es la mejor manera de defender los bous al carrer, y de inmediato se detuvo la exhibición, se encordó al animal y se devolvió a los toriles. Poco más pudo hacer.
SIN PENA NI GLORIA El siguiente, un Tomás Prieto de la Cal de pelaje blanco (jabonero, propiamente dicho) se le vio astuto frente a los rodadores aunque acabó pasado por agua, él y cuantos no escamparon en cuanto empezó a llover, que parece que se haya perdido la costumbre tras tanta sequía. No estuvo mal, pero no será recordado por su bravura, al igual que Zorrito, el último, de Gabriel Rojas Fernández, que ya nada más salir demostró que tenía pocas ganas y no cambió de actitud por mucho que trataron de convencerlo.
Al cuarto del día, el último de las fiestas, el onceavo en cuestión de una semana, otro ejemplar de Tomás Prieto de la Cal, lo embolaron al cierre de esta edición.
A las peñas Gent de Triana, El 22 y El Tacaet hay que agradecer
les el esfuerzo de patrocinar los toros y hacerlo con la intención de dar espectáculo. Lo que hagan los animales tras abrir las puertas de los toriles no se le puede reprochar a nadie, ni siquiera a los toros, que hacen lo que pueden.