Desmantelan una red que robaba coches de lujo en Castellón y otras provincias
Alquilaban vehículos ‘premium’, los vendían en el extranjero y compraban otros La Guardia Civil arresta a 18 miembros y los seis cabecillas ingresan en prisión
La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal, integrada por 18 miembros --los seis cabecillas han ingresado en prisión-dedicada al robo de vehículos de alta gama, asaltos a viviendas habitadas, estafas y fraudes mediante simulaciones de delito, falsedades documentales y blanqueo de capitales. La envergadura de la actividad delictiva de esta organización abarcaba también delitos cometidos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros en diversas provincias de la geografía nacional, entre ellas Castellón.
La apertura de empresas ficticias y el rescate de otras fallidas servía de instrumento y pantalla para facilitar las actividades delictivas de la organización y dar cobertura a los distintos modus operandi detectados, según informó ayer la Benemérita en un comunicado enviado a los medios.
La investigación se inició a mediados del pasado mes de septiembre, derivada de sendos robos en viviendas de Vinaròs y Peñíscola. En ellos se sustrajeron, además de dinero en efectivo, dos vehículos de alta gama y, a partir de ahí, la Guardia Civil comenzó a seguir la pista a la banda delincuencial.
Según ha determinado la investigación policial, la organización cometía fraudes a compañías aseguradoras y estafaba a grandes empresas del sector del renting, a las que arrendaban vehículos de gama que, una vez alquilados, eran trasladados fuera del país y colocados para su venta en el mercado de segunda mano.
Con el beneficio que obtenían de la venta fraudulenta de turismos alquilados y aprovechando los viajes de regreso, adquirían otros coches de alta gama, cabezas tractoras y semirremolques para su posterior venta en España.
Parte de los vehículos sustraídos eran, a su vez, objeto de un despiece selectivo en naves del norte de Castellón, obteniéndose grandes beneficios de su venta en los mercados de repuestos, gracias a su red de contactos.
Con las empresas pantalla que iban creando simulaban solvencia bajo la emisión de facturas falsas a terceras empresas colaboradoras. La Guardia Civil pudo constatar que más de 300.000 euros fueron derivados a las cuentas de los investigados. Además, la manipulación de pagarés de diferentes empresas favorecía la obtención de liquidez por parte de financieras y bancos por actividades comerciales que, en realidad, no se realizaban. De este modo, intentaron estafar a las entidades 800.000 euros en pagarés manipulados.
Por otro lado, también obtenían beneficios simulando contratos laborales a inmigrantes. Estos pagaban entre 4.000 y 5.000 euros a la organización.