De la Morena estrena nueva vida por su bebé
La estrella de las noches deportivas se retira tras 40 años de radio
José Ramón de la Morena (Brunete, Madrid, 1956), el líder indiscutible de las noches deportivas, creador de El larguero (Cadena Ser) y hasta junio al frente de El transistor (Onda Cero) deja su carrera en la cúspide de la radio para dedicarse a su nueva familia, a su famosa fundación y a sus negocios inmobiliarios. El locutor ha explicado que tenía que haber dado una respuesta a la emisora del grupo Atresmedia, que le había ofrecido renovar por dos años en diciembre, mes en el que tenía preocupaciones personales «más profundas y elevadas».
«Aquellos problemas de diciembre se han resuelto, he tenido un hijo que ha venido al mundo sano y no quiero repetir errores pasados que ahora no tendrían ninguna justificación y que cometí por esas ganas que yo convertía en una obligación continua de querer estar en la élite, que es muy cara y cuesta más de lo que vale, porque te quita cosas que no puedes recuperar», ha explicado el periodista que en junio del 2016 fichó por Onda Cero para mejorar sus datos de audiencia en la franja nocturna, pues en la emisora de Prisa acostumbraba a superar el millón de oyentes.
Firmó un contrato galáctico por cinco temporadas a razón de 3,4 millones al año, en total 17 millones. El contrato más alto para un presentador de deportes de la radiodifusión española, según El Economista, que asegura que está «muy por encima de lo que cobran las estrellas de la cadena Cope o las de la Ser». «Se estima que Manu Carreño anda por los
800.000 euros, mientras Manolo Lama o Paco González rozarían los 1,2 millones de euros cada uno», destacan.
«LLEGAR A LAS 3 DE LA MAÑANA»
Ocho meses antes de cumplir los 65, el locutor ha explicado su principal motivo para retirarse de la radio después de 40 años: «No puedo seguir llegando a casa a las tres de la madrugada, domingos y festivos…». Y es que acaba de ser padre por cuarta vez, de un niño al que le han puesto su mismo nombre, junto a Laura Vázquez, la
mujer aventurera, viajera y solidaria, rubia de ojos verdes, de 39 años, con la que comparte su vida desde hace dos. Como él, ella también se divorció cuando tenía 30 años. Su nuevo amor es ahora la directora de proyectos de la Fundación José Ramón de la Morena, y también escribe sobre sus rutas «mochileras» por medio mundo —Irán, Filipinas, Malasia, Tailandia, Cambodja, India, Egipto, Colombia, Maldivas, Perú, Bolivia, Ecuador, Sri Lanka, Marruecos...— en el blog La mirada de Laura.
Son una de las parejas más discretas del panorama de los medios de comunicación. De la Morena siempre había sido muy celoso con su vida privada, si bien en los últimos meses no le ha importado compartir algunas imágenes junto a Laura, y desde el pasado 21 de febrero, junto al pequeño José Ramón Jr. El locutor que en el 95 llegó a desbancar del trono al mismísimo José María García tuvo antes otra familia. Estuvo casado con María del Mar Escamilla, con la que tuvo tres hijos: Ruth, Lucía y Javier. La mayor ya les ha hecho abuelos, la mediana trabaja para LaLiga tras haber pasado por BBVA y Dragados, y el benjamín, de 22, está aún estudiando.
«La vida me ha hecho este guiño, poder recuperar estas cosas que en su día dejé escapar, y esta vez no tendría excusas ni motivos para no poder vivirlas ni disfrutarlas», ha explicado De la Morena, entonando el mea culpa por el tiempo que no les dedicó a sus hijos mayores, algo que esta vez no está dispuesto a que vuelva a pasar. A partir de julio, la escaleta de la nueva vida de José Ramón de la Morena está por escribir, pero seguramente muchas de sus horas las dividirá entre su familia y sus negocios, que no son pocos.
«DEVOLVER OPORTUNIDADES» «A Brunete le debo la tierra que piso, mi familia, mis hijos, mis padres y familiares, la mujer que me enamoró y que también es de allí. La historia de mi vida la escribo siempre en Brunete», dice el galardonado con el Ondas (2005) y el Micrófono de Oro (2003), que tiene desde el 2004 en la localidad madrileña la sede de su fundación, cuyo germen fue la creación, en 1997, de un equipo de fútbol base y hoy tiene varias escuelas deportivas (también de tenis y pádel) y proyectos en Pakistán y Perú, así como también colabora con el doctor Miguel Litton, que realiza operaciones de manera altruista en países como Honduras, Nicaragua, Guatemala y Costa Rica.
«UN MUNDO MEJOR» «Es un orgullo y una satisfacción tener a mis amigos de la infancia trabajando con los niños en el campo de fútbol con entrenadores profesionales tantos inviernos helados bajo la lluvia y tantos tórridos veranos bajo el sol de Brunete», escribe en la web, donde también subraya que «la vida te regala oportunidades para que tú las aproveches y las devuelvas a la humanidad y a sus generaciones siguientes, para que ellos vayan a su vez mejorándolas y devolviéndolas a las nuevas generaciones. Es el mecanismo para un mundo mejor».
La fundación, como el resto de sus empresas, está domiciliada en la finca El Transistor, un terreno de tres hectáreas que le acarreó en su día un contencioso con el ayuntamiento, que le abrió expediente en el 2006 por «infracción urbanística grave» al sospechar que estaba realizando obras en la propiedad, calificada como terreno rústico entonces. Luego el terreno pasó a ser suelo industrial (solo se pueden construir 98 metros) y una vista aérea demostró que había edificios que superaban esa extensión, incluida una piscina de gran tamaño.
Además, José Ramón De la Morena es el socio único de Global Semichi, una compañía inmobiliaria. Desde febrero del pasado año 2019 su sede también está en la finca El Transistor. Además, es la sede de Producciones Deportivas Brunete, la otra compañía del locutor, dedicada a actividades de radiodifusión y matriz de Global Semichi.
Su fundación colabora en proyectos en Pakistán y Perú y ayuda a operar en Latinoamérica