El Constitucional empieza este mes a revisar el fallo del ‘procés’
El recurso de Meritxell Borràs será el primero y en febrero se verá el de Mundó Los otros fallos contra la sentencia del Supremo se prevén para antes del verano
La pandemia puso el mundo patas arriba y el Tribunal Constitucional (TC) no iba a ser una excepción. Aunque con el fin del estado de alarma recuperó los plenos presenciales, por culpa del covid y la edad de sus magistrados, los redujo a la mitad, de tal forma que ahora solo celebra uno al mes, aunque eso no le ha impedido seguir trabajando. En el de enero está previsto que los 11 magistrados que lo componen actualmente resuelvan el primer recurso de los presentados contra la sentencia del procés dictada por el Tribunal Supremo (TS) en octubre del 2019.
Ese primer recurso será el presentado por la exconsellera Meritxell Borràs y la resolución sentará el criterio que se extenderá a todos los demás en aquellos puntos en los que coincidan, como es práctica habitual del Constitucional, informaron a este diario fuentes de este tribunal.
El orden de resolución no lo ha marcado el covid, porque el tribunal de garantías ya tenía previsto empezar a revisar la resolución del TS con las impugnaciones que se prevén menos complicadas: la de Borràs y la de Carles Mundó, que se prevé que se resuelva en el siguiente pleno, en febrero. Ambos
estaban acusados de desobediencia y malversación, pero no de rebelión o sedición, y se les terminó condenando solo por el primer delito a penas de 10 meses de multa con cuota diaria de 200 euros (60.000 euros) y a un año y 8 meses de inhabilitación especial. Santi Vila, condenado a la misma pena, no recurrió en amparo.
$ RECUSACIÓN DEL JUEZ NARVÁEZ Otro hecho ha resultado clave para que ambos recursos sean los primeros que se resuelven: a diferencia del resto de condenados por el 1-O, ninguno de ellos recusó a Antonio Narváez. Esto permitirá al tribunal pronunciarse sobre sus impugnaciones sin tener que haber resuelto los incidentes en los que se atribuye a este magistrado falta de imparcialidad.
Se da la circunstancia de que Narváez, fiscal del TS antes de llegar al TC, es por su experiencia en penal, quien, junto a Cándido Conde-Pumpido, estaba al frente del equipo de letrados designado para resolver todos los recursos contra la sentencia del procés.
La recusación, que se inició con el expresident Carles Puigdemont, pese a haber sido declarado en rebeldía –luego se sumaron todos los condenados presos–, se basa en una conferencia que el magistrado dio en noviembre del 2017 en Granada en la que comparó lo que ocurría en Cataluña con el golpe de Estado del 23-F. Lo calificaba de «mucho más grave por sus consecuencias».
Narváez ha rehusado apartarse de las deliberaciones de los recursos, al no considerar afectada su imparcialidad, y fiscalía y Abogacía del Estado le apoyan. Ambas informaron en contra del incidente de recusación, que deberá ser resuelto en breve para que el alto tribunal pueda empezar a tramitar los recursos del resto de condenados por el Supremo y cumplir los plazos que él mismo se ha marcado: tenerlos todos resueltos antes del próximo verano.
Ambas acusaciones consideran que el magistrado no estaba prejuzgando las consecuencias del procés, sino que se refería con sus palabras a las resoluciones del propio Constitucional. La conferencia tuvo lugar poco después de que el fiscal general del Estado que había promovido las querellas que dieron origen al procedimiento, José Manuel Maza, falleciera repentinamente.
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