10 meses de cárcel para
anunció anoche en su web que la serie documental consta de 12 entregas de la que ya se han visto dos episodios, «el 0 que nos sirvió para contextualizar el documental y el porqué de su nombre», explica David Núñez, subdirector del programa. El próximo domingo, día 28, se emitirán dos más que abarcan desde febrero de 1996 hasta julio de 1999. «Es uno de los más controvertidos y delicados y va a despertar una mayor indignación social», informa Núñez. Cada capítulo lleva el nombre de una canción de su madre, Rocío Jurado.
Algunas de las frases rotundas que salieron de los labios de la hija de fueron: «En una ocasión la cosa pasó a mayores. Me dio un tirón de pelo que me tiró para abajo y me dio con la cabeza en la mesa. Se me pasó por la cabeza irme o `me levanto y le
Portada con las declaraciones del exmarido de Rocío Carrasco. reviento', pero no hice ninguna de las dos cosas», contó Rocío entre otras duras experiencias. También relató por qué la relación con sus hijos está rota.
El exguardia civil y excolaborador de ha negado la mayor y anuncia en la revista que emprenderá acciones legales contra la madre de sus hijos, Rocío y David. Tras ser despedido de la cadena de Vasile, Antonio David explica en que «está tranquilo» y tanto él como su abogado, Iván Hernández, emprenderán acciones legales.
«Vamos a iniciar las acciones oportunas», ha informado el abogado.
En
Hernández aseguró ayer que no hay «indicios de criminalidad» contra su defendido y avisó que tomarían medidas legales contra «el responsable que haya realizado la aportación de las pruebas incompletas y que ha ocultado en ese reportaje todo los que los jueces sí han visto, examinado y juzgado». Además, acusó de haber mostrado los informes del intento de suicidio de Rocío, el pasado 5 de agosto, tapados y sesgados.
«Ha habido seis resoluciones, han intervenido tres juezas y cuatro jueces. Ellos han podido ver todas las pruebas. No se puede hacer un juicio social. No se puede haber señalado, tachado y condenado a Antonio David Flores fuera de la justicia», ha declarado el abogado en televisión.
«Quiero que quede claro: mi exmujer me denunció por violencia de género tanto física como psicológicamente y fui absuelto. La voy a denunciar y la voy a llevar a un juzgado. No voy a pasar tres años encerrado en mi casa. En mi vida le he faltado al respeto ni la he tocado ni un dedo», explica en la revista. «Anímicamente me encuentro mal, pero tranquilo porque donde tuve que hablar hablé», ha confesado el malagueño, afectado porque no se está respetando la presunción de inocencia en su caso. «He vuelto a perder mi trabajo», se queja amargamente muy afectado por los últimos acontecimientos. Sin embargo, si algo tiene claro Antonio David es que «no soy la persona que se describe en el documental» y, por lo tanto, «llegado el momento hablaré».
Algunas fuentes aseguran que Rocío Carrasco habría cobrado casi dos millones de euros por su participación. También se ha especulado con que una de las condiciones presentadas por el marido de Rocío, Fidel Albiac, sería el despido de Antonio David Flores como colaborador de Tele-5, extremo que ha desmentido Mediaset. Otro de los aspectos que pueden sorprender es que la empresa puso como condición que la hija de Rocío Jurado retirase todas las demandas interpuestas contra productoras o colaboradores de la cadena.
HErnesto de Hannover, de 67 años, se sentó ayer en el banquillo de los acusados en el Tribunal Regional de Wels, en Austria, para responder ante su comportamiento violento del pasado mes de julio. El exmarido de Carolina de Mónaco fue juzgado por las amenazas, resistencia a la autoridad e intento de agresión que realizó a algunos de sus empleados y a la policía, mientras se encontraba bajo los efectos del alcohol.
La pena que caía sobre Ernesto de Hannover amenazaba con hasta tres años de cárcel. Sin embargo, la juez dictó una condena de diez meses en régimen de libertad condicional. Además sentenció que no puede vivir en el pabellón de caza donde tuvieron lugar los sucesos. La magistrada, además, le declaró «persona non grata» en Austria, le prohibió volver a consumir alcohol y le obliga a someterse a psicoterapia para superar su adicción y para aprender a controlar sus impulsos de ira.
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