Bélgica vuelve a cerrar el comercio no esencial
El Gobierno reduce de nuevo los contactos por el aumento de los contagios
Los bares y restaurantes están cerrados en Bélgica desde noviembre del año pasado y los viajes no esenciales a otros países prohibidos al menos hasta el 18 de abril. Aún así, los contagios siguen disparándose día tras día lo mismo que las hospitalizaciones. Una situación que ha llevado al Gobierno belga a endurecer de nuevo el confinamiento. Los comercios no esenciales tendrán que cerrar su puertas, las actividades de contacto suspendidas, como las peluquerías, y las escuelas cerrarán tres semanas en total, incluidas las dos de vacaciones de Semana Santa.
«Es pesado tomar estas decisiones pero si no las tomamos, las consecuencias serán aún más graves», justificó ayer Alexander de Croo, primer ministro de Bélgica, uno de los 19 países europeos donde crecen los contagios y donde la variante británica se ha convertido en la principal.
Los comercios no esenciales, incluidas peluquerías o salones de estética, cerrarán sus puertas desde este sábado aunque se podrá recibir a clientes con cita para recoger compras. El próximo lunes lo harán las escuelas, con la excepción de la educación infantil, que permanecerán cerradas hasta el 19 de abril en que terminan las vacaciones de Semana Santa con una semana de clases a distancia. Las restricciones también incluyen la reducción de los grupos en el exterior. A partir de ahora solo podrán juntarse cuatro personas en vez de las 10 permitidas. En el interior se mantendrá limitada a una persona. El objetivo es cortar la propagación del virus con el objetivo de relajar las restricciones en mayo, cuando está previsto abra el sector de la restauración, y lograr un verano tranquilo.
HEl Gobierno de Boris Johnson quiere endurecer las reglas pa- ra los migrantes que pidan asi- lo. De acuerdo con el plan pre- sentado ayer por la ministra de Interior, las personas que lle- guen al país no tendrán los mismos derechos que las que lo hagan legalmente y además «será más difícil para ellos que puedan quedarse». La Cruz Ro- ja calificó el proyecto de «inhu- mano» y ACNUR, que malinter- preta la legislación.
Las protestas en Birmania habían basculado de la timidez al fragor desde la asonada de febrero. La revuelta añadió ayer una nueva arma a su arsenal: una huelga silenciosa que ha buscado la paralización del país. Todos en casa, los comercios cerrados. El motivo, protestar hacia el más ignominioso acto de la Junta MIlitar: el asesinato de una niña de 7 años, Khin Myo Chit, que recibió un disparo en el abdomen de un soldado cuando estaba en su casa.