TMB pone en circulación una nueva hornada de autobuses de hidrógeno
La empresa incorporará antes de final de año 38 vehículos más con esta tecnología, más caros pero más asequibles a largo plazo, que serán asignados a la línea V19.
Han venido en taxi desde la calle de Galileu. Les avisó su hija el domingo: «Papá, mañana presentan el nuevo autobús de hidrógeno de TMB en las Torres Venecianas». Luis y Joana, ambos de 90 años, se han levantado temprano. Se han acicalado y han desayunado. Y a eso de las once se han subido al coche que les ha dejado en la plaza de Espanya, donde esperaba este reluciente vehículo de 12 metros, uno de los 38 con esta tecnología en alza que acaba de comprar la empresa. Son más caros, pero como con todo, la inversión tiene que medirse a largo plazo. Una vez superada su vida útil, unos 15 años, habrán salido mejor de precio que los eléctricos. Incluso que los diésel de toda la vida.
Barcelona ya tiene en circulación ocho buses de hidrógeno. Son los que se utilizan para cubrir la líneas exprés X1, la que va de la plaza de Francesc Macià a a la de Glòries en menos de 20 minutos. Los nuevos, de la marca Solaris, deberían llegar antes de que finalice 2025 y pasarán a formar parte de la flota del V19 (Barceloneta-Alfonso Comín). TMB habrá gastado en estos 38 autobuses, dos de ellos articulados, cerca de 25,6 millones de euros, un dinero financiado por los fondos europeos Next Generation
a través del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Salen a 661.000 euros los normales y a 900.000 los de composición doble.
La vida útil
Mario Canet, responsable de innovación y nuevos proyectos de la compañía, explicó ayer que el precio por unidad es superior al de los que son 100% eléctricos. No digamos ya respecto a los diésel. Pero invitó a medir la inversión a largo plazo. «Los de hidrógeno cuestan 150.000 euros más que uno eléctrico puro, pero si se analiza toda la vida útil, y eso incluye el mantenimiento y la infraestructura de recarga, termina saliendo más económico». Otra ventaja es el peso, ya que esta batería tiene un peso de entre 300 y 600 kilos, mientras que las baterías de los eléctricos alcanzan las cuatro toneladas.
Laia Bonet, teniente de alcalde y presidenta de TMB, recordó que la empresa terminará 2024 con el 25% de la flota de cero emisiones y señaló que la elección del lugar de la presentación, la avenida de la Reina Maria Cristina, es en sí una metáfora de la esencia de la firma: «Aquí se exponen cada año los vehículos clásicos de la compañía, y hemos creído que es el lugar idóneo para dar a conocer los vehículos que representan el futuro», afirmó.
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