Una reinvención a medio gas
Camila Cabello deja atrás el ascendiente latino y mezcla influencias pop y urbanas en su cuarto álbum, con la complicidad de El Guincho y duetos junto a Drake y Lil Nas X Camila Cabello ‘‘C,XOXO’ (Geffen)
La chica que seis años atrás se presentó en una gala de los Grammy como «orgullosa inmigrante cubano-mexicana, nacida al este de La Habana», ha evolucionado, y ahora, a los 27, juega con una idea de reinvención en su ya cuarto disco, C,XOXO, cuyo título en neo-lengua whatsapp transmite cercanía y contacto físico: «Camila, abrazos, besos», nos dice a modo de firma a pie de página. No flotan ahí profundos mensajes filosóficos, tan solo un afán de sensaciones reales canalizadas por músicas que dejan atrás el ascendiente latino y se decantan por un pop de fuerte sustrato electrónico, con roces de r’n’b y hip-hop y algunos atrevimientos de producción.
Camila Cabello nos anunciaba hace unos días en la red X que «el mundo de C,XOXO es muy sensual» y que interpela a todas nuestras terminales: «Gusto, tacto, vista, olfato, sonido». Lo hace aquí, de un modo expeditivo, en el primer tramo de canciones, como I luv it (con el rapero Playboi Carti), aparatosa y punzante, elaborada de la mano de El Guincho, figura de peso en todo el disco. Un tema este que cuando vio la luz como single (el pasado mes de marzo) invitó a especular con un álbum decantado por el hiperpop a lo Charli XCX.
No es el caso, aunque algo de ello se respire en He knows, dueto con Lil Nas X sobre bases gruesas, donde el rapero marca los tiempos.
Otros puntos de anclaje apuntan hacia direcciones dispares: Chanel no. 5, con su tacto libidinoso y su audaz piano discordante, y el flirteo con el dembow de la robusta Hot uptown, cita con Drake en la que este presume de su Mercedes y sus joyas de Tiffany’s, que, a ella, al parecer, no la impresionan: «Eres demasiado débil para poder conmigo, cariño», replica sin despeinarse.
Cabello ha trabajado para que esto sea un álbum y no un pack de canciones, introduciendo esos interludios que en los últimos tiempos tanto se llevan. Sin serlo exactamente, porque dura 2’ 42’’, Twentysomethings, trae unas confesiones en modo trovadora-conguitarra-acústica que bien pueden condensar el fondo filosófico del disco: «Veinteañeros, enamorados, lujuriosos, confundidos / Veinteañeros, bailando con los corazones magullados». Pero a veces no queda del todo claro dónde está la personalidad sonora de esta nueva Camila Cabello, al tiempo que C,XOXO va perdiendo fuelle pasado su ecuador.
Abrazando el ‘mainstream’
Queda lejos el marchamo afrocubano de Havana (2017), que conservó en discos posteriores, porque ella transita ahora los caminos del mainstream con algún toque de vanguardismo asimilable. Dreamgirls incide en la fórmula del fraseo machacón y la balada al piano B.O.A.T. resulta poco trascendente. Con todo, C.XOXO contiene cartas para contentar a su fandom, pero no llega a ser aquella obra rotunda con la que Camila Cabello podría ascender al siguiente nivel.
■