El Periódico - Castellano

La madre de todas las guías de viaje

- XAVIER CARMANIU MAINADÉ

Este mes EL PERIÓDICO publica una divertida sección en la que se entrevista a turistas que visitan Barcelona. Se les pregunta si prefieren la Sagrada Família o el Camp Nou. Hay todo tipo de respuestas, pero nadie necesita que les den explicacio­nes sobre ambos lugares porque son iconos de visita obligada para cualquier visitante, sea o no creyente o futbolero.

También se les pregunta qué llevan en la mochila. De momento en ninguna de las respuestas que he leído ha aparecido la guía de viajes. Segurament­e Google y las webs de informació­n turística hacen la función de aquellos libros que antes eran imprescind­ibles para ir a ver mundo sin perderse. Lo que quizás no saben estos turistas que tienen claro que en Barcelona están la Sagrada Família y el Camp Nou es que precisamen­te fueron las guías de viaje las que fijaron los espacios a visitar cuando hacemos el turista. Es un mecanismo antiquísim­o. De hecho, uno de los primeros ejemplos europeos tiene 900 años.

Ciudad eterna

Alrededor de los siglos XI y XII, cuando el cristianis­mo dominaba toda Europa, era habitual que los creyentes peregrinar­an a lugares sagrados y por encima de todos iban a Roma, en busca de la bendición del Santo Padre. Entonces ya era conocida como la Ciudad Eterna, un término que los cristianos habían adoptado del imperio romano. El 19 aC el poeta Tibulo había glosado el esplendor de la época del emperador Augusto, que según el escritor había situado la ciudad en el centro del mundo conocido al expandir sus dominios hasta los lugares más remotos. No tenía ninguna duda de que su poder garantizar­ía la eternidad de ese imperio sin fin. Nuestro amigo Tibulo se las prometía muy felices (o tenía ganas de hacer la pelota al emperador) pero la realidad no fue tan idílica, porque si algo enseña la historia es que, por más que quien mande se lo crea, no hay imperio ni

No hay turista que visite Barcelona que no pase por la Sagrada Família. De la misma forma que en París se va a la Torre Eiffel y en Roma, desde hace siglos, todo el mundo se acerca al Coliseo. Hoy explicamos por qué todos visitamos lo mismo.

frontera que dure eternament­e.

Con la llegada del poder papal, aquella idea de urbs aeterna se adaptó a los nuevos tiempos y el concepto quedó asimilado a Dios. Es decir, Roma era la ciudad eterna por ser el centro del cristianis­mo. Y eso atraía peregrinos llegados de los cuatro puntos cardinales que pasaban en la ciudad varios días. Lo que ahora los expertos llaman turismo religioso.

Los visitantes compartían consejos y recomendac­iones de manera informal hasta que, en 1143, alguien decidió ponerlo por escrito. Así nació una de las primeras guías de la historia, llamada Mirabilia

Urbis Romae (Maravillas de la ciudad de Roma), donde se ofrecían itinerario­s para conocer los lugares más importante­s.

 ?? Universida­d Complutens­e de Madrid ??
Universida­d Complutens­e de Madrid
 ?? Zowy Voeten ?? Selfi junto al templo de la Sagrada Família.
Zowy Voeten Selfi junto al templo de la Sagrada Família.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain